Por Alessandro Albano
Investing.com - La recuperación de Marine Le Pen frente a Emmanuel Macron, a pocas horas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, ha hecho resurgir un viejo mantra de la política europea: el populismo y el temor a una nueva salida de la UE tras lo ocurrido con el Reino Unido en 2016.
Estos temores no han tardado en trasladarse a los mercados: el diferencial entre los bonos franceses y alemanes a 10 años, indicativo del riesgo político francés, ha subido unos 20 puntos básicos esta semana, y el rendimiento de los bonos franceses a 10 años ha saltado por encima del 1,25% (niveles del verano de 2014).
En una nota de investigación, Willem Verhagen, economista senior de multiactivos de NN Investment Partners, recuerda cómo también en 2017 las elecciones presidenciales francesas se vivieron "como un momento decisivo para los mercados dado que Marine Le Pen, que se sabía que era una candidata fuerte capaz de pasar a la segunda vuelta".
"Este año", escribe el experto, "la segunda vuelta volverá a ser probablemente un cara a cara entre el presidente Macron y Marine Le Pen, en el que el primero parece ser el favorito. Aunque Le Pen ya no haga campaña a favor del "Frexit", el resultado de las elecciones seguirá siendo de gran importancia para el futuro de Europa. De hecho, Le Pen pretende limitar la influencia de la UE en la política francesa. Por el contrario, Macron pretende impulsar una mayor integración europea.
Las elecciones llegan en un momento especial para Europa. En primer lugar, subraya el economista, "la unión monetaria sigue adoleciendo de una estructura institucional incompleta e incapaz de sostenerla"; en segundo lugar, está la cuestión de la desglobalización: "Europa tendrá que ser más autónoma e independiente en diversos ámbitos como la geopolítica, la defensa, las industrias de alta tecnología y la producción de energía (verde)".
"Está claro que ambas cuestiones requieren más cooperación a nivel europeo. Dos cuestiones son probablemente las más apremiantes a este respecto. En primer lugar, la reforma de las normas fiscales de la UEM para dar cabida a una mayor inversión pública. En segundo lugar, la posibilidad de hacer permanente el sistema de préstamo conjunto en el que se basa la UE de nueva generación", reza la nota de la gestora holandesa.
Si nos fijamos en el impacto en los mercados de renta variable, es probable que una victoria de Macron no sea un acontecimiento, ya que sería el resultado más predecible. "Podría suponer un alivio a corto plazo", señala Verhagen, "pero no cambiará fundamentalmente el escenario". Una victoria de un candidato de extrema derecha o de extrema izquierda representaría, por el contrario, un importante movimiento contrario, no sólo para Francia sino para toda la bolsa europea.
A corto plazo, en los mercados de bonos podríamos ver "cierta ampliación del diferencial" entre los rendimientos a 10 años de Francia y Alemania que reflejaría un mayor riesgo político, y en general, "la mayor incertidumbre sobre las perspectivas de quién ganará las elecciones hará subir los diferenciales".
"En el caso de que gane un candidato de extrema derecha, o que de alguna manera haga más compleja la victoria de Macron, podría haber una importante revalorización de los diferenciales franceses y periféricos, ya que podría volver a plantearse el riesgo de una mayor fragmentación europea", concluye el economista.