Por Carjuan Cruz
Investing.com - El acelerado ritmo de crecimiento de los precios actual ha reflejado ser más resistente de lo que se esperaría, haciéndose mucho más difícil de controlar para los bancos centrales.
"La inflación está profundamente arraigada en la economía, y lo inusual de este período en particular es que tanto la demanda como la oferta se están viendo afectadas por acontecimientos exógenos, como la pandemia y la guerra en Ucrania", indicó el CEO de Goldman Sachs (NYSE:GS), David Solomon, en entrevistas sobre el reporte de resultados trimestrales del banco de inversión.
La época de recuperación económica después de los cierres del Covid provocó una alta inflación, luego de que la demanda se levantara más rápido que la oferta, que sufría con escasez de mano de obra y cuellos de botella en los canales de distribución.
En efecto, la tensión geopolítica luego de la invasión de Rusia a Ucrania, y sus efectos en la economía global, aunado a nuevos cierres en China por brotes de Covid, complicaron el efecto de las políticas restrictivas de liquidez de los bancos centrales, dificultando aplacar la alta inflación desencadenada.
Cadenas de suministro todavía afectadas
Y ahora, según Solomon, el mercado está a la espera de evaluar si finalmente las medidas pudieran haber tenido efecto. El CEO de Goldman Sachs indica que todavía hay empresas que aseguran que las cadenas de suministros siguen afectadas, mientras otros expertos apuestan a que el techo de los precios ya llegó.
“En mi diálogo con los directores ejecutivos que operan grandes negocios globales, me dicen que continúan viendo una inflación persistente en sus cadenas de suministro. Mientras que nuestros economistas dicen que hay señales de que la inflación bajará en la segunda mitad del año. La respuesta es incierta y todos la estaremos observando muy de cerca”, indicó el directivo.
Goldman Sachs sube casi 2% luego de reflejar en su reporte de segundo trimestre ingresos y ganancias por encima de las expectativas. Aunque hubo caída, fue menor de lo que se estimaba y aparte, hubo un aumento de 55% en los ingresos por renta fija, sobre todo por el impacto de materias primas, divisas y tasas de interés de la actividad comercial.