Nueva York, 17 may (.).- Los países latinoamericano se enfrentan de forma muy distinta a los riesgos de liquidez corporativa el año que viene, con riesgos más bajos para tres de las grandes economías del continente, México, Brasil y Chile, pero moderados para las empresas peruanas y moderados-altos para las argentinas, según el informe emitido hoy por la agencia de notación Moody´s.
La agencia considera que en general los exportadores se están beneficiando de los altos precios de las materias primas, unos precios que también están beneficiando a las compañías comerciales no ligadas a ellas, gracias al incremento de actividad.
La región sufre en este momento una baja tasa de crecimiento y un aumento de costes, pero los altos precios de las materias primas, a nivel mundial, son los que están ayudando a mitigar estos dos fenómenos, según Erick Rodrigues, vicepresidente de Moody´s.
En el caso de Brasil, la compañía anticipa que las compañías van a contar con efectivo disponible para pagar sus obligaciones al menos hasta finales de 2023, pero ello no impide que la inflación suba hasta el 9,4 % para finales de 2022, según sus previsiones y que el crecimiento este año se considere marginal (0,1 % del PIB).
En México, las compañías calificadas tendrán suficiente efectivo disponible, flujo de efectivo libre y líneas de crédito comprometidas hasta 2023 para cubrir su deuda de corto plazo y sus vencimientos de deuda de largo plazo, gastos operativos y gastos de capital regulares.
Mientras que en Chile, la situación ha mejorado en la pospandemia y han aumentado los esfuerzos de gestión de pasivos por parte de los emisores corporativos.
La situación es más incierta en Argentina y en Perú: en el primer caso, por los desequilibrios macroeconómicos, que complican el escenario para las empresas; en el segundo, por las turbulencias políticas, que lastran los fuertes beneficios aportados por las materias primas.