Por Ileana García Mora
Investing.com – La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos anunció, el 1º de diciembre, un aumento del 20% salario mínimo en México, con el cual este pasará de $172.87 a $207.44 diarios y entrará en vigor el 1º de enero de 2023.
En su cuenta de Twitter, el presidente del organismo, Luis Munguía, afirmó que estudios de la comisión proyectan un impacto casi nulo en la inflación general de alrededor 0.12%.
Pero un aumento de salario implica también mayores costos para las empresas que, adicionalmente, se han visto afectadas durante el año en aspectos como la cadena de suministro, insumos por diferentes factores, entre otros elementos.
Analistas consideran que este incremento tendrá un impacto en inflación subyacente, lo que dificultará aún más las metas de inflación de Banxico, de mantener la inflación en un nivel bajo y estable en alrededor de 3%.
“Los sectores con mayores presiones en insumos son muy similares a los que Banxico identificó en su Informe Trimestral –incluyendo también al comercio– como aquellos en los cuales el aumento al salario mínimo se traduce con mayor fuerza en el Salario Medio de Cotización. Dicha similitud nos parece relevante y alude a la posibilidad de que el incremento anunciado pueda tener un mayor impacto en rubros del INPC como alimentos, comida fuera de casa e inclusive en vivienda”, dijeron analistas de Banorte (BMV:GFNORTEO) en un reporte
Inflación subyacente en México tardaría más en bajar
En Banorte consideran que uno de los impactos del nuevo salario mínimo sería el retraso en el descenso de la inflación subyacente, que ya ha mostrado persistencia durante este año.
“A su vez, pensamos que esto aumenta el riesgo de que la inflación subyacente anual tarde más tiempo en disminuir hacia niveles más consistentes con el objetivo del banco central”.
Presión en costos para las empresas
Banorte considera que al aumento salarial tendrá una fuerte presión en los costos para las empresas, lo que podría también reducir márgenes de rentabilidad, especialmente en las empresas productoras de bienes y mercancías alimenticias.
“Considerando el aumento ya acumulado del salario mínimo en los últimos años y mayores expectativas de inflación de mediano plazo (actualmente en 4%), analizaremos muy de cerca su potencial impacto en la dinámica de los precios al consumidor”, dijeron analistas de Banorte en un reporte.
Banorte estima que la inflación, en el año 2023, cerrará en 5.4%; mientras que la subyacente se presionará hasta el 5.7%.
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