Por Laura Sánchez
Investing.com - Una vez que Joe Biden ha ganado las elecciones, los mercados cotizan cómodos en el verde y ya miran los siguientes pasos del próximo presidente de Estados Unidos.
Lo primero de todo es, según apuntan en Renta 4 (MC:RTA4), que “hasta la designación oficial de Biden como nuevo presidente queda un largo camino por recorrer, de más de 1 mes. En este proceso, la proclamación institucional se realiza en el Senado después de una diversas certificaciones del Archivero Mayor (The United States Archivist), los gobernadores de cada Estado (que por el momento no se han pronunciado), los miembros del colegio electoral y el recuento de los certificados”.
“A lo que hay que añadir, que Trump no acepta su derrota y ya ha anunciado una ofensiva legal, después de que la semana pasada ya comenzara las impugnaciones judiciales”, sentencian estos analistas.
En este punto, las bolsas valoran positivamente que Biden no tenga una mayoría clara.
“A pesar de seguir contando con la mayoría en la Casa de Representantes, el partido demócrata ha visto cómo la misma se ha reducido y, a falta de las últimas votaciones sobre cuatro puestos, podría no hacerse con el control del Senado (tendría que hacerse con al menos dos senadores, de los cuatro que aún quedan en liza)”, explican en Link Securities.
“Ello implica que, de confirmarse la elección de Biden, éste no podrá desarrollar su programa electoral, basado en subidas de impuestos, aumento de regulación y la imposición de tasas a las compañías tecnológicas, sin negociar con sus contrincantes, en los dos primeros años, hasta las elecciones de las Cámaras a mediados de legislatura”, añaden estos expertos.
En esto mismo inciden los analistas de Bankinter (MC:BKT): “El Senado continúa controlado por los republicanos y la Cámara de Representantes se reequilibra en favor de estos últimos, de manera que Biden legislará sometido a un sólido control republicano. Es decir, solo podrá hacer algo (subir impuestos, regular más estrechamente a las tecnológicas, aprobar un 2º paquete de estímulos fiscales, etc.) si lo acuerda con los republicanos, quienes seguirán teniendo la llave de las grandes decisiones económicas, que es lo que importa al mercado”.
Estos expertos también destacan que “los republicanos dejarán de estar sometidos a la presión de Trump, a quien nunca aceptaron como uno de los suyos, sino más bien ‘soportaron’. Es probable que prácticamente desaparezca de la escena política, lo que facilitará las relaciones entre ambos partidos”.
“Durante los próximos 4 años muy probablemente la nueva Administración Americana se encuentre desde el primer día en una situación de ‘lame duck’ o ‘pato cojo’, como se denomina al Gobierno que se ve forzado a trabajar con una Cámara de Representantes en la que, o bien no cuenta con mayoría, o bien está a punto de ser renovada en favor de representantes del otro partido. En definitiva, todo indica que estas elecciones dan como resultado un gobierno demócrata con estrecho control republicano y eso gusta al mercado”, concluyen en Bankinter.
En un mercado donde hay "Bulls" (toros, que apuestan al alza) y "Bears" (osos, que apuestan a la baja), un 'pato cojo' aparece como alguien que no puede seguir al grupo y que cae víctima de los depredadores. "Pato cojo" es la expresión coloquial de alguien que no paga sus deudas.
El otro centro de atención de los inversores es el programa de estímulo que se lleva negociando meses en Estados Unidos.
“Los mercados que finalmente se apruebe el quinto paquete de estímulo fiscal, necesario para reactivar la economía del país, muy afectada por la “segunda ola” de la pandemia del coronavirus, aunque es más probable que el importe del mismo se acerque más al billón de dólares que proponía el Gobierno Trump, que a los 2,4 billones exigidos por la líder demócrata de la Casa de Representantes, Nancy Pelosi, en sus negociaciones recientes”, señalan en Link Securities.