CARACAS, 24 feb (Reuters) - El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo el sábado que la fuerza armada de su país "jamás" obedecerá las órdenes del "imperialismo" estadounidense, tras señalar que el secretario de Estado, Rex Tillerson, la ofendió al llamarla a dar un "golpe de Estado".
Tillerson, planteó a principios de febrero, la posibilidad de que militares venezolanos decidan derrocar a Maduro, en un discurso en la Universidad de Texas en Austin, aunque dijo que no sabía si realmente ocurriría. quien da las órdenes en Venezuela y es el comandante en jefe de esta Fuerza Armada Nacional Bolivariana lo eligió el pueblo de Venezuela y se llama el presidente obrero Nicolás Maduro Moros (...) , eso está muy claro", dijo Maduro en medio de unos ejercicios militares.
"¿Y ustedes le van a obedecer las órdenes al imperialismo, hermanos militares?", preguntó el presidente a los militares, quienes respondieron con un "no". "Jamás, jamás. Negado mil veces negado", agregó el mandatario que prevé inscribir su candidatura el martes para las elecciones presidenciales del 22 de abril.
El canal estatal de televisión, VTV, transmitió imágenes de militares manipulando sistemas antiaéreos, entre otras maniobras, en la actividad denominada "Independencia 2018", con la participación de los componentes militares y milicianos, una fuerza integrada por civiles uniformados.
Estados Unidos y otros gobiernos occidentales acusan al Gobierno de Maduro, quien sucedió al fallecido Hugo Chávez en 2013, de violar los derechos humanos y políticos en Venezuela y han impuesto sanciones económicas contra el país petrolero.
Los críticos de Maduro dicen que el presidente ha arruinado la economía y, tras la instalación de una polémica asamblea constituyente, recibió fuertes críticas de varios países de América que consideran que erosiona la democracia y sólo busca abolir las elecciones para perpetuar al mandatario en el poder.
Pero el Gobierno de Maduro dice que lucha contra una conspiración de la derecha apoyada por Estados Unidos que busca poner fin a su gobierno, perjudicar a la economía de Venezuela y tomar las riquezas petroleras del país sudamericano. (Reporte de Deisy Buitrago, editado en la Mesa de Santiago)