por Michelle del Campo
Infosel, octubre. 15.- Pese a que los productores mexicanos de tomate lograron establecer un acuerdo que les permite exportar a Estados Unidos sus productos exentos del pago de tarifas comerciales, gracias a que lograron cerrar en septiembre un tortuoso periodo de negociación, aún no pueden bajar la guardia.
La embestida más reciente provino, de nueva cuenta, de los productores de tomate del estado de Florida, tras solicitar al Departamento de Comercio de su país continuar la investigación antidumping contra el producto mexicano. Florida Tomato Exchange (FTE), que aglutina los intereses productores de 90% de los tomates que se cultivan en ese estado, aseguraron en un comunicado que sus contrapartes mexicanas buscan desafiar el acuerdo de suspensión al que llegaron en septiembre.
"FTE está tomando esta acción de mala gana. El Departamento de Comercio hizo un excelente trabajo en circunstancias difíciles al negociar el nuevo acuerdo de suspensión, que el FTE continúa apoyando", dijo el organismo, en el comunicado. "Desafortunadamente, la industria mexicana del tomate no está de acuerdo y ha manifestado su intención de impugnar el acuerdo legal y políticamente, a pesar de que lo firmaron el mes pasado".
La solicitud de FTE fue motivada por una supuesta carta enviada a principios de mes al Departamento de Comercio por los productores mexicanos de tomate, encabezados por organizaciones como Asociación Mexicana de Horticultura Protegida, la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, el Consejo Agrícola de Baja California, el Sistema Producto Tomate Nacional y la Asociación de Productores de Hortalizas del Yaqui-Mayo.
Al parecer, en la misiva los productores mexicanos habrían dado a entender que era muy probable que pelearían el nuevo acuerdo de suspensión en la corte, de acuerdo con FTE.
Los productores de tomate de Florida están apostando fuerte motivados por lo que dijeron es su búsqueda por resguardar la integridad del reciente acuerdo de suspensión.
De acuerdo con ellos, si la investigación se reactiva entonces se deberían mantener las condiciones comerciales establecidas por el acuerdo de suspensión --cuya vigencia es de cinco años--, y en caso de que las autoridades comerciales estadounidenses, en específico el Departamento de Comercio e International Trade Commission (ITC), encuentren que las importaciones mexicanas se realizan mediante prácticas de comercio desleal, este acuerdo debe mantener su vigencia.
Claro que si las autoridades establecen que no existe dumping y no existe daño a la industria local, la entrada de este producto se debe regir por el libre comercio, una opción beneficiosa para los productores mexicanos, que evitarían el lastre de renegociar cada cinco años un acuerdo de suspensión, como lo hacen desde 1996, alineándose a precios de referencia y diversas medidas de control.
Infosel buscó a Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa y a la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida para confirmar o refutar esto, sin respuesta hasta el momento.
De ser cierto, contrastaría con el beneplácito expresado por estas organizaciones y el propio gobierno mexicano hace un mes, a pesar de que el acuerdo de suspensión establece ahora la revisión de 92% de las cargas provenientes de México, una medida reprochada por importadores y distribuidores en Estados Unidos que entrará en vigor en cinco meses.
Actualmente, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos diseña un mecanismo para realizar estas inspecciones de manera eficiente, con miras a que sean completadas en un máximo de 24 horas, antes las preocupaciones de que las revisiones puedan generar cuellos de botella, problemas de suministro y afectaciones en la calidad del producto.
El anuncio de la solicitud de los productores de Florida se da unos días después que las autoridades sanitarias de ese estado alertaron al respecto de un virus -- Tomato brown rugose fruit virus o ToBRFV-- encontrado en tomates importados desde México, que señalaron podría afectar los cultivos de este fruto en varios estados de Estados Unidos, por lo que urgieron la intervención del Departamento de Agricultura.
Distribuidores estadounidenses de tomates, como Fresh Produce Associaiton of the Americas (FPAA) salieron en defensa de los productos mexicanos, señalando que si bien la identificación del virus constituía un tema de seguridad para los productores locales, la solicitud de las autoridades de Florida respondía a intereses políticos.
Autoridades de México, Estados Unidos y Canadá, "son conscientes de la amenaza que representa ToBRFV y su enfoque regulatorio se basa en una ciencia sólida y no en una hipérbole", dijo Lance Jungmeyer, presidente de FPAA, en un comunicado, emitido ayer.