México, 23 dic (EFE).- La cúpula empresarial de México expresó hoy su confianza en que 2014 sea un año clave para romper la inercia y pasar a tasas de crecimiento anual del 5 o el 6 %, después de décadas con un promedio "insuficiente" del 2 %.
"2014 tiene que ser un año significativamente mejor para la actividad económica y, sobre todo, de mucho trabajo para definitivamente romper con la inercia de crecimiento insuficiente que México ha tenido desde hace más de tres décadas", expresó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en su medio de difusión, "La Voz del CCE".
Asimismo, el presidente del organismo, Gerardo Gutiérrez Candiani, recordó que 2013 cerrará "muy por debajo de las expectativas iniciales", en un 1,3 %, con 500.000 empleos formales, "lejos del millón" que se requiere anualmente.
El dirigente del CCE prevé para 2014 un crecimiento de entre el 3,5 y el 4 %, una inflación inferior al 3,7 %, la generación de más de 700.000 empleos, un tipo de cambio de 12,80 pesos por dólar y una inversión extranjera directa de unos 24.000 millones de dólares.
El gran reto de 2014 es consolidar y poner en marcha las grandes reformas estructurales aprobadas, "en el ámbito económico, en particular, la de telecomunicaciones y competencia, la energética y la financiera", señaló.
En este sentido, Gutiérrez Candiani destacó la importancia de que se aprueben las leyes secundarias de telecomunicaciones y energía "en tiempo y forma".
Además, insistió en la necesidad de profesionalizar los organismos regulatorios y contar con una política industrial que impulse la productividad y la competitividad.
"Estamos confiados en que en el 2014 habrá un repunte significativo de la economía mexicana", aseguró el líder de los empresarios, quien añadió que los signos de recuperación se empezaron a notar con mayor énfasis en esta última etapa del año.
Hay condiciones propicias para que "tome fuerza un efecto de rebote importante desde los primeros meses del próximo año" gracias a mejores condiciones externas e internas, aseveró.
No obstante, advirtió de que entre los riesgos está un posible debilitamiento de la economía estadounidense e internacional que, por ahora, no parece muy probable.
Entre los factores internos, precisó, están los nuevos impuestos que afectan el ingreso de las personas y el de nómina de los estados, que pueden afectar la demanda agregada. EFE