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Por Letitia Stein
TAMPA, EEUU, 2 sep (Reuters) - El huracán Hermine dejó un rastro de destrucción en su paso por el estado de Florida, con más de 253.000 hogares y negocios sin electricidad, inundaciones en áreas bajas y una mayor preocupación por la propagación del virus de Zika en el sureste de Estados Unidos.
Hermine, el primer huracán en afectar Florida desde Wilma una década atrás, tocó tierra en la madrugada del viernes cerca de St. Marks con vientos de 130 kilómetros por hora (kph) y un devastador aumento del nivel del mar en áreas costeras.
El estado de Georgia no se vio afectado como esperaban las autoridades cuando pusieron bajo estado de emergencia a 56 condados, pero 85.000 hogares y negocios estaban sin energía debido a la caída de árboles y líneas eléctricas. "Estamos un poco aliviados", dijo Jim Butterworth, director de la Agencia de Manejo de Emergencias.
Aunque los vientos sostenidos se debilitaron a 80 kph, la tempestad se dirigía hacia el Atlántico en una trayectoria en la que viven decenas de millones de estadounidenses, generando advertencias y alertas de tormenta que se extendían hasta Nueva Jersey, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
La tormenta podría cobrar fuerza de nuevo en el mar y posiblemente descargar hasta 38 centímetros de lluvia en los estados del sureste sobre la costa del Atlántico en las próximas 48 horas. Fuertes precipitaciones podrían afectar a Delaware y Nueva Jersey desde el sábado por la noche, dijo la agencia.
"Existe la posibilidad de mortales inundaciones durante las próximas 48 horas en la mayoría de las localidades costeras entre la frontera de Carolina del Norte/Virginia y Bridgeport, en Connecticut", advirtió el CNH.
Nueva Jersey, que aún recuerda la devastación causada por el huracán Sandy en el 2012, advirtió a sus residentes que se preparen para inundaciones, fuertes vientos y un aumento del nivel del mar.
La tormenta también elevó la preocupación por el aumento de zonas con agua estancada en que se crían mosquitos en momentos en que Florida lucha contra un brote del virus de Zika.
En Hudson Beach, al norte de Tampa, los automóviles amanecieron en el medio de calles inundadas y se veían hojas de palmeras, ramas de árboles y basura esparcidas por toda la zona. Durante la noche, equipos de emergencia del condado de Pasco rescataron a más de una decena de personas cuyas casas se habían inundado.
En Cedar Key, una isla en el noroeste de Florida, el nivel del agua aumentó en más de 2,9 metros, una de las crecidas más altas registradas, dijo el Servicio Nacional de Meteorología. "Es de lo peor que he visto en la ciudad en mucho tiempo, y desafortunadamente, aún no termina", dijo el alcalde Rick Kriseman de St. Petersburg, Florida, a periodistas.
(Reporte adicional Zachary Fagenson en Hudson Beach, Florida; Brendan O'Brien en Milwaukee, Laila Kearney en Nueva York y Jon Herskovitz en Austin, editado en español por Patricia Avila)