Investing.com – La cotización de la moneda común europea ha recibido con absoluta frialdad la publicación de los nuevos datos de desempleo e inflación en la eurozona, tras comenzar la sesión europea con una nueva corrección, ante la persistente inquietud que genera la salud del Deutsche Bank (DE:DBKGn).
A las 09.00 GMT, hora de publicación de los datos macro más importante del día en Europa, el par EUR/USD se situaba en 1,1185; cinco minutos más tarde, el precio apenas se había movido 6 pips a la baja, hasta el nivel de 1,1179. Una hora después, la divisa europea se cambiaba por 1,1176 dólares.
Las noticias sobre la situación económica de la zona euro pasaron a un segundo plano para los inversores, más preocupados por la salud del sistema bancario del Viejo Continente. La situación del gigante financiero germano no deja de dar señales de alerta y el euro veía como su cotización se desplomaba desde 1,1223, hasta 1,1174, en la hora anterior a la apertura de las plazas bursátiles europeas.
A partir de este momento, el impacto de unos datos mixtos se ha visto muy limitado. En concreto, según la Oficina Estadística de la Unión Europea, Eurostat, el Índice de Precios al Consumo (IPC) adelantado del mes de septiembre registró un avance notable hasta el 0,4%, frente al 0,2% registrado en el mes precedente.
Por el contrario, el IPC subyacente de la eurozona se mantuvo estable en el 0,8%, frente al 0,9% esperado por el mercado.
Del mismo modo, la tasa de desempleo en la zona euro permaneció en un discreto 10,1%, a pesar de la más optimista lectura de los analistas que auguraban una pequeña reducción hasta el 10,0%.
Estas cifras, en especial el estancamiento de la inflación subyacente, darían más motivos a los que piden más medidas al Banco Central Europeo (BCE) para que de un nuevo paso al frente e implemente de nuevo la duración y la cuantía del programa de estímulos.
Asimismo, aunque la evolución de la cesta de la compra ha subido dos décimas en el mes de septiembre según esta primera lectura, el 0,4% registrado finalmente se sitúan todavía muy lejos del mandato que tiene la autoridad monetaria de que los precios avancen a un ritmo cercano al 2%, pero sin superar dicho nivel.