Por Heather Somerville
SAN DIEGO, EEUU, 24 oct (Reuters) - Nueve meses después de que el presidente Donald Trump asumió el cargo, las primeras señales tangibles de avances en una de sus promesas centrales de campaña han aparecido a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México.
A unos pocos kilómetros del ajetreado paso fronterizo de Otay Mesa en San Diego, ocho imponentes bloques de concreto y acero se alzan hasta nueve metros. Las estructuras son posibles prototipos de lo que Trump ha prometido que un día será un muro sólido que se extenderá a lo largo de la frontera, desde California a Texas.
Aún es incierto si alguno de los ocho prototipos, construidos durante el último mes, serán parte de un muro real.
El Congreso ha mostrado poco interés hasta el momento para destinar los 21.600 millones de dólares que se estima que costará levantar el muro. obstante, funcionarios de la patrulla fronteriza aplaudieron el lunes los avances sobre la promesa de Trump, que generó una corriente de apoyo electoral que ayudó a llevarlo a la Casa Blanca.
"Nuestra infraestructura actual tiene más de dos décadas", dijo Roy Villareal, jefe adjunto del sector de San Diego de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, durante una gira con organizaciones de medios el lunes por la mañana. "¿Hay necesidad de mejoras? Absolutamente", agregó.
En la actualidad, en la frontera de 3.058 kilómetros entre Estados Unidos y México 1.052 kilómetros están cercados con vallas simples, dobles o triples. La segunda línea de cercas en San Diego, de unos 5,50 metros de altura, ha sido traspasada casi 2.000 veces en los últimos tres años, dijo Villareal.
Incluso si el muro de Trump nunca recibe fondos, Villareal dijo que la patrulla fronteriza podría incorporar uno o más de los nuevos diseños de barreras para reemplazar las secciones desgastadas de la valla existente.
Seis contratistas de todo el país fueron seleccionados para construir los ocho prototipos, todos los cuales se completarán esta semana. (Reporte de Heather Somerville. Editado en español por Ricardo Figueroa y Carlos Aliaga)