16 mayo (Sentido Común) - La evolución de los precios al consumidor en México este año ha asombrado prácticamente a todos. Tan sólo el mes pasado los precios no sólo no subieron sino que cayeron y mucho más de lo esperado.
Así, la inflación anual alcanzó en abril su nivel más bajo del año de 2.5%, un ritmo impensable hasta hace muy poco para una economía como la mexicana que llegó a registrar por décadas inflaciones anuales de dos dígitos.
Con ese desempeño, está aparentemente garantizado que la inflación alcanzará la meta multianual de Banco de México de 3% este año --un logro no menor por el desplome de 26% que ha registrado el peso contra el dólar en los últimos 18 meses y que muchos pensaban, incluyendo probablemente autoridades financieras y monetarias de México, que aceleraría el crecimiento de los precios en el país.
Pero cuidado, la caída de los precios reciente podría estar ocultando --por factores un tanto extraordinarios-- ciertas presiones inflacionarias, que, de acuerdo con algunos analistas, si bien no son alarmantes, sí dejan entrever que la inflación podría acelerarse más adelante.
Para algunos expertos un análisis más detallado de las cifras de la inflación muestran que sí se están colando ya, en algunos precios, los efectos de la pérdida de valor del tipo de cambio contra el dólar, un fenómeno mejor conocido por el vocablo inglés pass-through (transferencia).
En la evolución de los precios en abril, "sí vemos que la inflación subyacente [o la que elimina los precios volátiles] resultó muy por arriba de lo esperado. . . y es la que de alguna manera refleja el efecto del pass-through", dijo Luis Adrián Muñiz, analista económico de Vector Casa de Bolsa, en entrevista telefónica.
Los precios subyacentes que menciona Muñiz de hecho no cayeron en abril, como sí lo hizo la inflación general, sino que por el contrario, subieron para dejar la tasa inflacionaria anual en un nivel más alto de 2.8%.
Esto significa que si se eliminaran los precios de mercancías que por lo general registran altas variaciones en sus cotizaciones por cuestiones temporales o aleatorias, como ocurre con los productos agrícolas cuyos precios pueden variar por cuestiones climatológicas que afectan el volumen de las cosechas o la oferta de esos bienes, entonces sí se observa que los precios en abril subieron y empujaron la inflación a un nivel más cercano a la meta de 3%.
Para Muñiz, esto le hace pensar que sí se está dando el fenómeno de pass-through en la economía mexicana, más cuando el rubro de mercancías en abril registró un incremento de 0.4%, casi el doble del registrado en abril de 2015 cuando subió 0.2%.
Por ese aumento, la inflación anual del rubro de mercancías se ubicó en 3.4% al cierre de abril, o el nivel más alto desde marzo de 2013 cuando esa tasa inflacionaria fue de 3.8%.
La evolución de los precios de esas mercancías es donde, de hecho, más puede observarse una transferencia de la caída del tipo de cambio a los precios, ya que para la elaboración o manufactura de esas mercancías se utilizan en muchas ocasiones bienes o componentes importados.
El costo de esas materias primas ha aumentado por la simple caída del peso contra el dólar y está, para algunos, generando ya ciertas presiones inflacionarias.
"Lo que hemos estado viendo en el componente de mercancías --en términos anuales-- ha mostrado una tendencia ascendente", dijo Eduardo González, economista de Banco Nacional de México (Banamex), en otra entrevista telefónica. "Ese efecto puede deberse precisamente a la presión cambiaria... aunque ha sido aún moderado".
Así, los descensos que registran los precios agrícolas, o los de los energéticos, que son también considerados como volátiles por sus amplias variaciones a lo largo del año, han permitido ocultar, de cierta manera, los mayores precios que observan ya las mercancías.
En México, el gobierno reduce los precios de la electricidad a partir de abril a fin de ayudar a que quienes consumen más del servicio eléctrico, por el uso de los aires acondicionados ante la entrada de la temporada de calor en el norte del país, que no vean elevarse mucho su recibo de luz.
Algunos analistas temen así que cuando los precios volátiles dejen de caer, o incluso suban por los vaivenes que registran de forma "normal" a lo largo del año o por el fin de las tarifas eléctricas subsidiadas, entonces México podría comenzar a registrar mayores inflaciones mensuales y, por lo tanto, que la inflación de este año termine con una tasa de avance superior a 3%.
Los analistas consideran que el efecto pass-through se acentuará así en los siguientes meses cuando además se den probables aumentos en los precios agropecuarios por el fenómeno climatológico conocido como "El Niño".
"La segunda mitad del año será más inflacionaria", agregó Muñiz de Vector. Pero "de ninguna manera estoy diciendo que sea un entorno de descontrol o ponga en riesgo a la economía, es reconocer el comportamiento que se espera".
Claro que aun cuando eso ocurra, los economistas no sólo no han modificado al alza sus expectativas sobre el nivel en el que cerrará la inflación este año, sino que, ante las buenas cifras recientes, las han recortado.
Los menores incrementos a los precios que se han registrado hasta ahora en el país --por el descenso en los precios de las mercancías volátiles-- dan cierto alivio a la evolución anual de la inflación, aun cuando más adelante el pass-through se manifieste de manera más evidente.
En la última encuesta que realizó Banco Nacional de México, o Banamex, sobre las expectativas inflacionarias para el cierre de este año, los economistas, de hecho, recortaron su estimación de 3.22% calculada en la primera quincena del mes pasado a 3.2% de la segunda, el nivel más bajo para ese indicador desde la segunda quincena de febrero cuando estimaban un crecimiento anual de los precios de 3.1% para 2016. (Redacción Sentido Común)