MÉXICO DF, 13 abr (Reuters) - La automotriz japonesa Toyota Motor invertirá 1.000 millones de dólares para construir una nueva planta ensambladora de automóviles en México, en un plan que anunciará el miércoles, según dos personas familiarizadas con el tema.
La planta de Toyota 7203.T , que se espera construya 200.000 vehículos al año y dé empleo a cerca de 2.400 personas, según una de las fuentes, estará en el estado de Guanajuato, en el centro de México.
Reuters informó previamente que la planta -la primera de Toyota que producirá automóviles de pasajeros en México- produciría el vehículo compacto Corolla desde el verano de 2019, concluyendo así con un período autoimpuesto de tres años de congelación de nuevas inversiones.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, participará del anuncio que tendrá lugar el miércoles, dijeron las fuentes.
Una portavoz de Toyota en Tokio dijo que nada había sido decidido.
El presidente de la empresa, Akio Toyoda, había declarado una pausa en la expansión para asegurarse que el crecimiento no se diera a costa de la calidad, después de que la firma fuera golpeada por una crisis de solicitudes de revisión de vehículos en 2010.
Toyota compite con Volkswagen (XETRA:VOWG) AG VOWG_p.DE y General Motors Co (NYSE:GM) GM.N por el título del mayor vendedor mundial entre las grandes automotrices, con ventas en torno a 10 millones de vehículos anuales cada uno.
Varias fuentes han dicho que Toyota también planea anunciar esta semana una nueva fábrica de automóviles en Guangzhou, China.
Las plantas previstas en Guanajuato y Guangzhou podrían sumar unos 300.000 vehículos a la capacidad de producción anual de Toyota.
La fábrica de Guanajuato servirá como referente para otras plantas de la región en términos de mejorar la eficiencia, impulsar la productividad y reducir los costos, dijo una de las fuentes.
Bajo un nuevo marco denominado Toyota New Global Architecture (TNGA), la firma está revisando la forma cómo desarrolla y construye automóviles y dijo que reduciría las inversiones en nuevas plantas en un 40 por ciento en comparación con los niveles anteriores a la crisis financiera, haciendo líneas de producción más simples y reducidas.