Por Carjuan Cruz
Investing.com - El peso mexicano fue la única divisa que se apreció durante el tercer trimestre de este año, a pesar de la fortaleza que el dólar ganó, impulsado por las agresivas subidas de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos, y la estrategia restrictiva aplicada por el organismo.
La moneda nacional logró cerrar los tres últimos meses con una leve ganancia de 0.04%, mientras que inició julio con una cotización de 20.13 por dólar, cerró septiembre en 20.12 por dólar.
El Banco de México se apresuró a comenzar su política de subida de tasas antes la Fed, en junio del año pasado, lo que le permitió avanzar más rápido en el diferencial. Y luego que el banco central estadounidense inició los ajustes de alza, Banxico se ha mantenido subiendo al mismo ritmo, con tres grandes aumentos de 75 pb.
Hoy el par USD/MXN cae 0.46%, y cotiza en 20.04 por dólar, a punto de perforar la resistencia de los 20 y regresar al nivel de los 19 por dólar.
“El peso se aprecia por ser la segunda divisa entre las economías emergentes con mayor liquidez y operar las 24 horas del día, por lo que sirve para especular sobre movimientos de otras divisas de economías emergentes que sí son productores líderes de materias primas”, explica Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base.
Las remesas también han ayudado a la fortaleza del peso mexicano, con una mayor entrada de dólares al país. En septiembre subieron 7.8%, ubicándose en 5,121.5 millones de dólares. Aunque rompieron la racha de 16 meses en alza con doble dígito, siguen reflejando fortaleza y beneficiando al peso mexicano.