BOGOTÁ, 22 jul (Reuters) - El Ministerio del Deporte de Colombia solicitó a la Federación de Fútbol investigar, y si es necesario separar de sus cargos, a los directivos presuntamente implicados en la desviación y reventa de entradas para los partidos de la selección como local en la eliminatoria Sudamericana al Mundial 2018.
La solicitud del Ministerio del Deporte se conoció más de dos semanas después de que la Superintendencia de Industria y Comercio sancionó con multas por 4,6 millones de dólares a la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y sus principales dirigentes por planear y ejecutar una desviación y reventa de entradas.
La Superintendencia de Industria y Comercio, el organismo encargado de la protección de los derechos del consumidor y de promover la libre competencia empresarial, determinó que la FCF entregó un contrato para la venta de la boletería en forma irregular a una empresa en un proceso que limitó la libre competencia para otras firmas.
"Es necesario iniciar las investigaciones en el marco de sus competencias, con el propósito de determinar si existieron transgresiones al marco normativo, estatutario y deportivo vigente, y se proceda con las acciones a que haya lugar, la suspensión o el retiro del cargo de los miembros", dijo la carta del Ministerio del Deporte enviada el martes a la federación.
Entre los multados por la superintendencia se encuentra el actual presidente de la FCF, Ramón Jesurún; el vicepresidente Álvaro González y los vocales Claudio Cogollo y Enrique Arce.
La FCF respondió el miércoles al Ministerio del Deporte y anunció que desde el 8 de julio solicitó el inicio de una investigación a la comisión disciplinaria.
"La Comisión Disciplinaria solo puede suspender o retirar de sus cargos a los miembros de organismos deportivos una vez finalizado el proceso disciplinario", dijo la FCF en un comunicado en el que reiteró su disposición a atender las investigaciones correspondientes en el marco del debido proceso.
Las investigaciones de la Superintendencia de Industria y Comercio establecieron que la desviación de más de 42.000 entradas con fines de reventa para ocho de los nueve partidos que la selección colombiana disputó como local en Barranquilla, generaron una utilidad de más de 3,5 millones de dólares.
(Reporte de Luis Jaime Acosta. Editado por Rodrigo Charme)