BOGOTÁ, 22 feb (Reuters) - Al menos once muertos entre civiles e integrantes de dos grupos armados ilegales dejaron los combates del fin de semana en una zona selvática del suroeste de Colombia estratégica para el narcotráfico, informó el lunes el ministro de Defensa, quien anunció el pago de recompensas y más seguridad para la región.
Las muertes se registraron el sábado y domingo en zona rural de Tumaco, un puerto sobre el Océano Pacífico ubicado en el departamento de Nariño, en donde los grupos Oliver Sinisterra -una de las disidencias de la desmovilizada guerrilla de las FARC que se apartaron de un acuerdo de paz firmado en 2016- y Los Contadores se disputan el control territorial de la zona.
"Se estableció que lo sucedido durante el fin de semana, cuatro hechos diferentes de homicidios, presuntamente estarían relacionados con la confrontación criminal y la búsqueda de dominio territorial", dijo a periodistas el ministro de Defensa, Diego Molano, al término de un consejo de seguridad en Tumaco.
El funcionario precisó que cerca al caserío de Puerto Rico se encontraron el domingo cinco cadáveres, que de acuerdo con las investigaciones preliminares eran integrantes del grupo Oliver Sinisterra, muertos en un ataque de la banda rival de Los Contadores.
Molano reconoció que en zona rural del Tumaco existen actualmente más de 9.700 hectáreas de hoja de coca con una capacidad para producir anualmente 75 toneladas de cocaína, lo que mantiene la disputa entre los grupos armados ilegales por las lucrativas ganancias del narcotráfico.
El ministro ofreció recompensas de hasta 56.000 dólares por información que permita la captura de alias "El Gringo" y alias "Mario 40", máximos líderes de la Oliver Sinisterra y de Los Contadores respectivamente, al tiempo que anunció el inicio de un estudio para construir una nueva base militar en la zona.
El Gobierno de Colombia se prepara para terminar de cumplir los requisitos exigidos por la Corte Constitucional y reiniciar, posiblemente a finales de marzo, la fumigación aérea con el herbicida glifosato como su principal herramienta para reducir los cultivos de hoja de coca y combatir el narcotráfico.
La fumigación fue suspendida en Colombia en 2015 acogiendo una recomendación de la Organización Mundial de la Salud, que considera el herbicida como potencialmente cancerígeno y nocivo para la salud y el medio ambiente.
Fuentes de seguridad y el Gobierno sostienen que el narcotráfico es el combustible que alimenta la violencia que persiste en medio de un conflicto interno armado de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados. (Reporte de Luis Jaime Acosta, editado por Nelson Bocanegra)