Investing.com – Apple (NASDAQ:AAPL) ha comenzado a producir a modo de prueba sus propias pantallas de la nueva generación microLED en una planta en California.
Las pantallas que usan esta tecnología son más delgadas, más brillantes, consumen menos energía y tienen más duración que las actuales OLED.
Según ha publicado Bloomberg, la compañía pretende usar la nueva tecnología en sus portátiles primero, por lo que es poco probable que llegue a un iPhone al menos hasta dentro de entre tres y cinco años.
Algunos analistas consideran que este plan refleja el compromiso de Apple por desarrollar componentes clave dentro de su propio grupo. Desde Bankinter (MC:BKT) creen que “es un buen ejemplo de cómo este ciclo expansivo se apoya más en (mercados) desarrollados que en emergentes”.
La decisión del gigante tecnológico podría afectar a sus proveedores asiáticos en el largo plazo. Los fabricantes de monitores cayeron en bolsa al conocerse la noticia: los títulos de Sharp (T:6753), Japan Display (T:6740) y LG cerraron este lunes con caídas de entre el 1,6% y el 2,4%.