Infosel, febrero. 6.- La Bolsa Institucional de Valores, o la empresa que espera operar la segunda bolsa de valores en México, dijo estar a menos de dos meses de iniciar operaciones bajo la premisa de que con su presencia la industria bursátil y financiera mexicana registrará una expansión.
"Ya estamos muy próximo al arranque de operaciones, no tenemos una fecha específica pero iniciaremos operaciones hacia finales de marzo", dijo Fernando Pérez Saldívar, director general de Biva, como mejor se conocerá a la nueva bolsa, en una entrevista telefónica.
El inicio de operaciones de Biva, si se logra, marcará un parteaguas en el mercado mexicano ya que traerá a buen puerto los esfuerzos que por cinco años han venido realizando un grupo de empresarios para que el país y sus inversionistas cuenten con otra opción en la que puedan comprar o vender diversos instrumentos financieros.
Hasta ahora, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), una de las empresas de Grupo BMV, ha sido la única compañía con una concesión gubernamental para organizar un mercado en donde los agentes financieros intercambian, a nombre propio o de sus clientes, acciones, bonos y otros valores.
Eso, sin embargo, está a punto de cambiar.
La exclusividad que ha tenido la Bolsa por más de un siglo para organizar un mercado de valores muy probablemente llegue a su fin el mes que entra como consecuencia de las decisión de las autoridades financieras mexicanas de otorgar, tras realizar un reforma a las leyes que regulan las actividades bursátiles en el país, otra concesión a Biva para que ella organice un segundo mercado de valores.
Si así ocurre, la Bolsa enfrentará por primera vez en años competencia, algo que desde la perspectiva de Biva ha ya comenzado a dar frutos para las empresas que buscan financiarse en el mercado y para los inversionistas.
"A raíz de la próxima llegada de Biva, la Bolsa ha sido una institución más cercana, más propositiva", dijo Pérez Saldívar. "Al generar competencia en un mercado, como en cualquier otra industria en el mundo, se generan condiciones que hacen que todos los actores en ese mercado compitan y con ello busquen mejorar sus servicios y sus productos".
Además, frente a la solicitud que presentó Central de Corretaje (Cencor), uno de los inversionistas de Biva con experiencia en el corretaje de bonos, tipos de cambio y productos derivados, a las autoridades financieras mexicana para operar una segunda bolsa en octubre de 2015, éstas optaron por revisar todo el marco regulatorio que hasta ahora vigilaba el intercambio de valores en el país a fin de simplificarlo y abaratarlo --otra de las ventajas que los ejecutivos de la nueva bolsa ven con su llegada al mercado mexicano, incluso antes de que inicie operaciones.
Claro que la llegada de Biva al mercado no ha sido fácil. Algunas emisoras y algunos intermediarios se han mostrado reacios a su presencia por el temor de que enfrentarán duplicidad de costos.
En ese sentido, Pérez Saldívar aclaró que para las emisoras la llegada de Biva no implicará gastos adicionales ya que por regulación tanto el nuevo mercado como la BMV, tendrán que listar todos los valores que estén registrados en el otro, sin que ello implique que la empresa emisora tenga que pagar cuotas de mantenimiento en los dos mercados.
"Las empresas decidirán donde listarán sus valores, y donde decidan pagarán sólo la cuota de mantenimiento de ese mercado", pero no la del otro, dijo Pérez Saldívar.
Por lo que se refiere a los mayores costos que tendrán que pagar los intermediarios para conectarse a la nueva bolsa y para poder contar con su información, Biva considera que esa problemática se irá reduciendo a lo largo del tiempo y pasará a ser insignificante cuando vean los beneficios que dejará su llegada al mercado.
Los mayores costos "se verán sobre-compensado con los beneficios de un mercado más profundo, con un mayor número de emisoras y un mayor volumen", dijo Pérez Saldívar. "Estamos convencidos que así será".
Además, Biva buscó crear junto con la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátil (AMIB) una red de telecomunicaciones alterna para que aquellas casas de bolsa que no pudiesen cubrir los costos de una interconexión directa a sus sistemas operativos, puedan hacerlo a través de esa red alterna y más económica.
AMIB adjudicó ya de hecho la creación de esa red bursátil en la que están ya conectas entre 50 y 60% de las casas de bolsa del país.
Biva espera además que el enfoque de su modelo de negocios, que se centra en inversionistas institucionales, como lo indica su mismo nombre, sirva para traer nuevos participantes al mercado que hoy no están presentes.
La nueva bolsa confía en que su tecnología hará más fácil la llegada de nuevos jugadores ya que es la misma que muchos de esos inversionistas institucionales hoy usan para hacer transacciones en otros mercados internacionales.
"Nuestro modelo de negocios va enfocado al inversionista institucional nacional y extranjero", agregó Pérez Saldívar. Además de que "estamos facilitando el acceso a esos inversionistas, que si hoy operan, lo hacen de manera incipiente".
En pocas palabras, Biva espera que en lugar de quitar participación de mercado a la Bolsa o elevar los costos de los intermediarios bursátiles, su presencia expanda el mercado a fin de que no sólo ella, sino también la Bolsa, los inversionistas y sus agentes financieros, ganen con un mercado más amplio, más eficiente y más económico.
"Ya estamos muy próximo al arranque de operaciones, no tenemos una fecha específica pero iniciaremos operaciones hacia finales de marzo", dijo Fernando Pérez Saldívar, director general de Biva, como mejor se conocerá a la nueva bolsa, en una entrevista telefónica.
El inicio de operaciones de Biva, si se logra, marcará un parteaguas en el mercado mexicano ya que traerá a buen puerto los esfuerzos que por cinco años han venido realizando un grupo de empresarios para que el país y sus inversionistas cuenten con otra opción en la que puedan comprar o vender diversos instrumentos financieros.
Hasta ahora, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), una de las empresas de Grupo BMV, ha sido la única compañía con una concesión gubernamental para organizar un mercado en donde los agentes financieros intercambian, a nombre propio o de sus clientes, acciones, bonos y otros valores.
Eso, sin embargo, está a punto de cambiar.
La exclusividad que ha tenido la Bolsa por más de un siglo para organizar un mercado de valores muy probablemente llegue a su fin el mes que entra como consecuencia de las decisión de las autoridades financieras mexicanas de otorgar, tras realizar un reforma a las leyes que regulan las actividades bursátiles en el país, otra concesión a Biva para que ella organice un segundo mercado de valores.
Si así ocurre, la Bolsa enfrentará por primera vez en años competencia, algo que desde la perspectiva de Biva ha ya comenzado a dar frutos para las empresas que buscan financiarse en el mercado y para los inversionistas.
"A raíz de la próxima llegada de Biva, la Bolsa ha sido una institución más cercana, más propositiva", dijo Pérez Saldívar. "Al generar competencia en un mercado, como en cualquier otra industria en el mundo, se generan condiciones que hacen que todos los actores en ese mercado compitan y con ello busquen mejorar sus servicios y sus productos".
Además, frente a la solicitud que presentó Central de Corretaje (Cencor), uno de los inversionistas de Biva con experiencia en el corretaje de bonos, tipos de cambio y productos derivados, a las autoridades financieras mexicana para operar una segunda bolsa en octubre de 2015, éstas optaron por revisar todo el marco regulatorio que hasta ahora vigilaba el intercambio de valores en el país a fin de simplificarlo y abaratarlo --otra de las ventajas que los ejecutivos de la nueva bolsa ven con su llegada al mercado mexicano, incluso antes de que inicie operaciones.
Claro que la llegada de Biva al mercado no ha sido fácil. Algunas emisoras y algunos intermediarios se han mostrado reacios a su presencia por el temor de que enfrentarán duplicidad de costos.
En ese sentido, Pérez Saldívar aclaró que para las emisoras la llegada de Biva no implicará gastos adicionales ya que por regulación tanto el nuevo mercado como la BMV, tendrán que listar todos los valores que estén registrados en el otro, sin que ello implique que la empresa emisora tenga que pagar cuotas de mantenimiento en los dos mercados.
"Las empresas decidirán donde listarán sus valores, y donde decidan pagarán sólo la cuota de mantenimiento de ese mercado", pero no la del otro, dijo Pérez Saldívar.
Por lo que se refiere a los mayores costos que tendrán que pagar los intermediarios para conectarse a la nueva bolsa y para poder contar con su información, Biva considera que esa problemática se irá reduciendo a lo largo del tiempo y pasará a ser insignificante cuando vean los beneficios que dejará su llegada al mercado.
Los mayores costos "se verán sobre-compensado con los beneficios de un mercado más profundo, con un mayor número de emisoras y un mayor volumen", dijo Pérez Saldívar. "Estamos convencidos que así será".
Además, Biva buscó crear junto con la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátil (AMIB) una red de telecomunicaciones alterna para que aquellas casas de bolsa que no pudiesen cubrir los costos de una interconexión directa a sus sistemas operativos, puedan hacerlo a través de esa red alterna y más económica.
AMIB adjudicó ya de hecho la creación de esa red bursátil en la que están ya conectas entre 50 y 60% de las casas de bolsa del país.
Biva espera además que el enfoque de su modelo de negocios, que se centra en inversionistas institucionales, como lo indica su mismo nombre, sirva para traer nuevos participantes al mercado que hoy no están presentes.
La nueva bolsa confía en que su tecnología hará más fácil la llegada de nuevos jugadores ya que es la misma que muchos de esos inversionistas institucionales hoy usan para hacer transacciones en otros mercados internacionales.
"Nuestro modelo de negocios va enfocado al inversionista institucional nacional y extranjero", agregó Pérez Saldívar. Además de que "estamos facilitando el acceso a esos inversionistas, que si hoy operan, lo hacen de manera incipiente".
En pocas palabras, Biva espera que en lugar de quitar participación de mercado a la Bolsa o elevar los costos de los intermediarios bursátiles, su presencia expanda el mercado a fin de que no sólo ella, sino también la Bolsa, los inversionistas y sus agentes financieros, ganen con un mercado más amplio, más eficiente y más económico.