El Tribunal Supremo de EE.UU. decidió el lunes no revisar el recurso presentado por los gigantes de los servicios de transporte Uber (NYSE:UBER) y Lyft (NASDAQ:LYFT) contra las demandas de California. El Estado, que representa a los conductores, alega que las empresas clasificaron erróneamente a los conductores como contratistas independientes en lugar de empleados, lo que podría suponerles el pago del salario mínimo, horas extraordinarias y otras protecciones laborales.
Uber y Lyft habían apelado la decisión de un tribunal inferior que permitía al fiscal general y al comisionado de trabajo del estado seguir adelante con las demandas. Las empresas sostienen que la legislación federal debería impedir a los estados demandar en nombre de personas que han acordado resolver sus disputas mediante arbitraje privado en lugar de en los tribunales. Este argumento se extiende a más de 60 millones de trabajadores y consumidores de EE.UU. que han aceptado condiciones de servicio o registros de productos que incluyen acuerdos de arbitraje.
Las demandas en cuestión fueron presentadas inicialmente por California en 2020. En 2023, el tribunal de apelaciones del estado falló en contra de Uber y Lyft, y sus apelaciones posteriores fueron rechazadas por el Tribunal Supremo de California.
La disputa se centra en si los conductores deben recibir los beneficios y protecciones otorgados a los empleados en virtud de las leyes salariales federales y estatales. Uber y Lyft sostienen que sus conductores son contratistas independientes, lo que les permite una mayor flexibilidad, pero también significa que no tienen derecho a ciertas prestaciones que reciben los empleados.
A pesar de esta contención legal, Uber y Lyft han abogado activamente por medidas estatales que les permitirían seguir tratando a los trabajadores como contratistas al tiempo que ofrecen ciertas prestaciones. En julio, el máximo tribunal de California ratificó una medida aprobada por los votantes en 2020, apoyada por ambas empresas, que permitía esta práctica.
Además, en junio, Uber y Lyft acordaron implementar un salario mínimo de 32,50 dólares por hora para los conductores de Massachusetts y pagar 175 millones de dólares para resolver una demanda con acusaciones similares de clasificación errónea por parte del fiscal general del estado.
La cuestión de la clasificación de los conductores ha dado lugar a miles de demandas de conductores estadounidenses contra las empresas. Sin embargo, las sentencias definitivas han sido escasas, y muchos casos se han remitido a arbitraje debido a los acuerdos de arbitraje firmados por la mayoría de los conductores.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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