La Marina estadounidense ha reforzado sus capacidades en la región Indo-Pacífica con el despliegue del nuevo misil aire-aire AIM-174B, que podría neutralizar la ventaja aérea de China. El misil, desarrollado a partir del actual misil de defensa aérea SM-6 de Raytheon, ostenta el mayor alcance de cualquier arma estadounidense de este tipo y fue reconocido oficialmente en julio.
Los expertos sugieren que el mayor alcance del AIM-174B, capaz de alcanzar objetivos aéreos situados a una distancia de hasta 400 km, supera el alcance del misil PL-15 de China. Esto permite a los aviones estadounidenses enfrentarse a las amenazas desde una distancia más segura, protegiendo bienes vitales como los portaaviones y permitiendo atacar importantes aviones chinos de mando y control.
El AIM-174B tiene un trío de ventajas: su alcance significativamente mayor en comparación con el AIM-120 AMRAAM, la no necesidad de nuevas líneas de producción y la compatibilidad con los aviones australianos. El AIM-120, hasta ahora el misil de largo alcance estándar para los aviones estadounidenses, tiene un alcance de unos 150 km, lo que obligaba a los aviones estadounidenses a adentrarse más en zonas disputadas, aumentando el riesgo para los portaaviones.
El nuevo misil cambia la ecuación estratégica, disuadiendo potencialmente el comportamiento chino al poner en mayor riesgo a sus aviones grandes y menos maniobrables. También aumenta la probabilidad de que Estados Unidos se vea implicado en un conflicto importante en la región.
Durante décadas, la ventaja del ejército estadounidense en cazas furtivos, junto con el misil AIM-120, fue suficiente. Sin embargo, la aparición de los aviones furtivos chinos y del misil PL-15 ha erosionado esta ventaja. El AIM-174B se desarrolló en respuesta a este cambio en el equilibrio, centrándose en la necesidad de un misil de mayor alcance capaz de ser transportado por aviones furtivos.
Lockheed Martin (NYSE:LMT) ha estado trabajando en el AIM-260, un programa independiente de misiles de largo alcance para las Fuerzas Aéreas estadounidenses, pero no se han revelado los detalles.
El uso por Raytheon de la plataforma de misiles SM-6 para el AIM-174B significa que la producción puede aprovechar las líneas existentes, con financiación ya reservada para más de 100 misiles SM-6 anuales. Aunque Raytheon no ha hecho comentarios sobre los detalles de la producción, el misil se ha exhibido en los F/A-18E/F Super Hornets de la Marina estadounidense, también operados por Australia, un aliado clave de EE.UU. en la región.
La Marina estadounidense ha confirmado el despliegue operativo del AIM-174B, pero no ha revelado detalles sobre su suministro a los aliados, su integración en otras aeronaves o los objetivos anuales de producción. El potencial del misil va más allá de su uso actual, con posibilidades que incluyen su adaptación para atacar baterías de misiles tierra-aire desde largas distancias.
A pesar de la falta de claridad sobre el número de AIM-174B que se producirán o los planes detallados de despliegue, la presencia del misil en el arsenal de la Armada de EE.UU. significa un cambio en la dinámica del conflicto regional, alterando potencialmente las estrategias de los adversarios y facilitando la complejidad de los escenarios en el Mar del Sur de China.
Perspectivas de InvestingPro
A la luz del despliegue por parte de la Armada estadounidense del misil aire-aire AIM-174B y sus implicaciones para la dinámica militar regional, es pertinente considerar la salud financiera y el posicionamiento estratégico de Lockheed Martin (LMT), el contratista de defensa detrás del desarrollo del AIM-260, un programa separado de misiles de largo alcance. Las acciones y métricas de rendimiento de Lockheed Martin pueden proporcionar a los inversores información sobre la capacidad de la empresa para capitalizar los avances del sector de defensa.
Lockheed Martin ha demostrado su compromiso con la rentabilidad de los accionistas, como demuestra su historial de aumento de dividendos durante 21 años consecutivos, una tendencia que concuerda con la estrategia financiera de la empresa y la confianza de los inversores a largo plazo. Además, los constantes pagos de dividendos de Lockheed Martin durante los últimos 41 años subrayan aún más su estabilidad financiera y su fiabilidad como inversión.
Los datos de InvestingPro revelan que Lockheed Martin posee una importante capitalización bursátil de 134.150 millones de dólares, lo que refleja su significativa presencia en el sector aeroespacial y de defensa. El PER de la empresa se sitúa en 20,31, lo que sugiere una valoración superior que los inversores están dispuestos a pagar por sus beneficios. Esto se ve respaldado por un múltiplo precio/valor contable de 21,69 en los últimos doce meses hasta el segundo trimestre de 2024, lo que indica que las acciones cotizan con una valoración elevada en relación con su valor contable. A pesar de ello, la empresa ha logrado un crecimiento de los ingresos del 5,45% durante el mismo periodo, lo que demuestra su capacidad para ampliar sus resultados financieros.
Teniendo en cuenta la importancia estratégica de Lockheed Martin en el sector de defensa, estos parámetros financieros son cruciales para los inversores que evalúan el rendimiento de la empresa en un mercado altamente competitivo y políticamente sensible. Con las acciones de la empresa cotizando cerca de su máximo de 52 semanas y habiendo proporcionado fuertes rendimientos durante el último mes y trimestre, es probable que los inversores sigan de cerca el próximo informe de resultados de Lockheed Martin, previsto para el 22 de octubre de 2024.
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Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.