La oferta de adquisición de U.S. Steel por Nippon Steel, valorada en 14.900 millones de dólares, está siendo sometida a un intenso escrutinio por parte del Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS), y el 23 de septiembre se acerca una fecha crítica. En esa fecha, el CFIUS debe decidir si recomienda al Presidente Joe Biden que bloquee la operación por motivos de seguridad nacional o si permite que se lleve a cabo, posiblemente con condiciones para mitigar cualquier problema de seguridad.
La adquisición propuesta ha suscitado una importante controversia política, suscitando la oposición de figuras de alto perfil como Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump. La cuestión central es la propiedad extranjera de U.S. Steel, una empresa considerada crucial por su producción de materiales esenciales para las infraestructuras y la defensa nacionales.
El asesor de la Casa Blanca Saloni Sharma ha expuesto la postura de la administración, subrayando la importancia de que U.S. Steel siga siendo una entidad de propiedad estadounidense. Las implicaciones políticas del acuerdo se ven acentuadas por la ubicación de U.S. Steel en Pensilvania, un estado fundamental en las próximas elecciones presidenciales. El sindicato United Steel Workers, que apoya a Harris, también ha expresado su oposición a la adquisición.
A medida que se acerca la fecha límite del 23 de septiembre, las empresas implicadas han tratado activamente de salvar el acuerdo. Esto se debe a una carta del CFIUS fechada el 31 de agosto, en la que se expresaba preocupación por el impacto de la adquisición en la seguridad del suministro de acero estadounidense. En respuesta, Nippon Steel y U.S. Steel presentaron una detallada carta de 100 páginas, en la que argumentaban que la adquisición impulsaría realmente la producción de acero estadounidense y solicitaban una prórroga para responder a las aprensiones del panel.
Se ha mencionado la posibilidad de retrasar la decisión hasta después de las elecciones del 5 de noviembre, y las fuentes indican que las empresas esperan que el reciente apoyo, incluida una carta de grupos empresariales como la Cámara de Comercio, pueda influir en las opiniones a su favor.
Las revisiones del CFIUS, que son minuciosas y pueden prolongarse hasta 90 días, a veces dan lugar a que las empresas retiren y vuelvan a presentar sus solicitudes para ganar más tiempo para resolver los problemas, con lo que se pone a cero el reloj de la revisión. Nippon Steel y U.S. Steel solicitaron inicialmente la revisión en marzo y se les permitió volver a presentarla en junio, iniciando el segundo periodo de revisión de 90 días que concluye el 23 de septiembre.
El alto funcionario de la Administración ha indicado que no es inminente que se tome una decisión en los próximos días, a pesar de la proximidad del plazo. Ni el CFIUS ni Nippon Steel han hecho comentarios al respecto, y U.S. Steel no ha respondido a las solicitudes de comentarios.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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