Por Geoffrey Smith
Investing.com -- Los mercados bursátiles estadounidenses abrieron a la baja el viernes, ya que una advertencia de Netflix (NASDAQ:NFLX) sobre la ralentización del crecimiento de suscriptores provocó una sacudida en un sector tecnológico que ya se está revalorizando drásticamente.
A las 9:45 ET (1445 GMT), el sector tecnológico Nasdaq Composite perdía otros 151 puntos, o un 1.1%, mientras que el S&P 500 perdía un 0.6%. El Dow Jones Industrial Average bajó 80 puntos, o un 0.2%, hasta los 35,636.
Para el Nasdaq, eso representa un mínimo de siete meses, mientras que el S&P y el Dow están en mínimos de tres y dos meses, respectivamente.
En el caso de las acciones de Netflix, la mañana confirmó los peores temores de la sesión nocturna, ya que el gigante del streaming perdió casi una cuarta parte de su valor, o un 22.4%, después de predecir que sólo sumará 2.5 millones de suscriptores netos en todo el mundo en el trimestre actual. Esta cifra está muy por debajo de sus propios pronósticos anteriores y del ritmo al que sumaba abonados antes de la pandemia, lo que sugiere que el boom del streaming de los dos últimos años ha terminado.
En comparación con otros valores tecnológicos que están sufriendo el calor, Netflix tiene al menos algunos beneficios que señalar. Sus beneficios, de 1,33 dólares por acción, superaron con creces las previsiones. Sin embargo, siguen dejando a la acción cotizando -al cierre del jueves- a más de 45 veces los beneficios de los últimos 12 meses, un ratio dolorosamente alto para una empresa que parece tener cada vez más problemas con la saturación del mercado y la competencia.
Netflix se ha sumado a las crecientes filas de las empresas cuyas ganancias de la era de la pandemia se han deshecho casi por completo. La acción no cotizaba tan bajo desde abril de 2020, cuando el streaming parecía ser uno de los mayores beneficiarios de los cambios impulsados por la pandemia en el comportamiento de los consumidores.
Esos patrones de comportamiento están -en gran medida- empezando a volver a la normalidad. Los informes del jueves sobre una interrupción de la producción en Peloton (NASDAQ:PTON) Interactive para despejar el inventario no vendido también hicieron que las acciones de Peloton bajaran una cuarta parte. Una aclaración de la empresa, que sigue apuntando a un recorte generalizado de los costos y al redimensionamiento de sus ambiciones, ayudó a la acción a recuperarse un 5.0% en las primeras operaciones del viernes.
Hubo mejores noticias por parte de Intel (NASDAQ:INTC), que anunció que construirá la primera fase de 20,000 millones de dólares de lo que podría ser una planta múltiple en Ohio, una medida que acortará sus cadenas de suministro y ayudará a eliminar los cuellos de botella en la industria de los semiconductores. La confianza implícita en su decisión ayudó a las acciones de Intel a ganar un 2.0%.
Por otra parte, las acciones de Schlumberger (NYSE:SLB) también sucumbieron a algunas tomas de beneficios, a pesar de que el gigante de los servicios petrolíferos superó las expectativas con sus ganancias del cuarto trimestre y pronosticó un "aumento sustancial" del gasto de capital este año por parte de las empresas petroleras y de gas, ya que los altos precios reequilibran las perspectivas de riesgo-recompensa del sector. Las acciones de Schlumberger cayeron un 2%, pero han subido más de un 20% desde el comienzo del año.
Los precios del petróleo crudo se mantienen cerca de los máximos de siete años, a pesar de que han bajado en las últimas 24 horas después de que los nuevos datos mostraran que las reservas de gasolina de Estados Unidos siguieron aumentando por tercera semana consecutiva. Eso, junto con los datos de solicitudes de subsidio por desempleo del jueves, sugirió que la economía se está suavizando ligeramente debido a la actual ola de la variante Ómicron del Covid -9. La mayoría de los analistas esperan que ese impacto sea temporal: en Europa, donde la nueva variante llegó antes que a EE.UU., el Reino Unido, Francia e Irlanda, entre otros, están relajando las restricciones de distanciamiento social, y la mayoría de los países consideran que ya han pasado el pico de infecciones.