En un movimiento estratégico, Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa, ha anunciado planes para invertir hasta 5.000 millones de dólares en una asociación con Rivian, una empresa de vehículos eléctricos (VE) con sede en Estados Unidos. El objetivo de esta colaboración es mejorar las capacidades de Volkswagen en software para VE, un área crítica en la transición de la industria de los motores de combustión a los vehículos eléctricos.
La inversión forma parte de una estrategia más amplia puesta en marcha por el Consejero Delegado de Volkswagen, Oliver Blume, al frente de la empresa desde septiembre de 2022. Los esfuerzos anteriores de la empresa por desarrollar una cultura tecnológica competitiva a través de su unidad de software Cariad, creada en 2020, se han visto empañados por contratiempos. Los retrasos y las pérdidas financieras se han atribuido a la compleja estructura de gestión de Volkswagen y a la lentitud de los procesos de toma de decisiones.
El planteamiento de Blume consiste en buscar expertos externos, lo que le ha llevado a asociarse con empresas como Xpeng en China y ahora Rivian en Estados Unidos. Rivian, una empresa emergente dedicada exclusivamente a los vehículos eléctricos, aporta una valiosa propiedad intelectual sobre software, que se incorporará a los vehículos del Grupo Volkswagen, incluidos los de Audi, Porsche y la recién renacida marca Scout. Se espera que los primeros vehículos con el conjunto completo de software, ordenador central y sistemas de cableado de Rivian estén en las carreteras en 2028, aunque parte de la tecnología podría integrarse antes en los modelos.
La asociación consta de dos elementos principales. En primer lugar, se creará una empresa conjunta al 50% entre Volkswagen y Rivian para desarrollar software avanzado para vehículos eléctricos. Volkswagen aportará hasta 2.000 millones de dólares a esta empresa, con pagos previstos para finales de 2024 y 2026. En segundo lugar, Volkswagen invertirá directamente hasta 3.000 millones de dólares en Rivian a lo largo de tres años, a partir de 2024. La inversión comenzará con un pagaré convertible obligatorio y continuará con dos tramos adicionales, supeditados a hitos financieros y tecnológicos no revelados.
Actualmente, una inversión de 3.000 millones de dólares daría a Volkswagen una participación del 25% en Rivian, superando a Amazon como máximo accionista. El acuerdo no sólo proporciona a Volkswagen capacidades de software de vanguardia, sino que también sirve como movimiento estratégico para mitigar riesgos. Refuerza la posición de Volkswagen en Estados Unidos, un mercado en el que la empresa aspira a duplicar su cuota para 2030, y complementa sus esfuerzos por hacer autosostenible su negocio chino en medio de las incertidumbres comerciales mundiales.
A pesar de estas intenciones estratégicas, el anuncio no ha sido recibido con entusiasmo por los inversores. Las acciones de Volkswagen cayeron tras el anuncio, y la empresa tuvo que ajustar sus previsiones de flujo de caja neto para su división de automoción a la baja, hasta 2.500-4.500 millones de euros (2.700-4.800 millones de dólares), frente a la previsión anterior de 4.500-6.500 millones de euros. Los analistas han expresado su preocupación por las posibles dificultades de fusionar la dinámica cultura de las nuevas empresas de Rivian con la estructura multimarca de Volkswagen, más establecida y rígida.
En cuanto a Cariad, su futuro parece incierto. Aunque Blume ha subrayado su importancia para Volkswagen y ha descrito la asociación con Rivian como complementaria, la empresa conjunta asumirá ahora el desarrollo de la "arquitectura 2.0" para el "vehículo definido por software", reduciendo significativamente las responsabilidades de Cariad. Esta evolución ha suscitado especulaciones sobre la viabilidad a largo plazo de la unidad como entidad independiente dentro del grupo.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.