La Fiscalía General de Rusia reclama a la compañía energética mundial Shell más de 1.000 millones de euros (1.090 millones de dólares) en concepto de daños y perjuicios, según informa la agencia de noticias RIA. Esta acción se deriva de una demanda presentada por el Fiscal General de Rusia a principios de octubre contra ocho filiales de Shell. Estas unidades habían cesado sus operaciones en Rusia tras el inicio del conflicto entre Moscú y Ucrania en febrero de 2022.
La acción legal afecta a múltiples entidades del grupo Shell, incluidas Shell plc y Shell Energy Europe Limited, entre otras. Estas filiales participaron anteriormente en un proyecto de gas natural licuado (GNL) en la isla de Sajalín, una empresa dirigida por Gazprom (MCX:GAZP), compañía bajo control del Kremlin.
Tras la salida de Shell del mercado ruso, Moscú ha reforzado su control sobre la planta de GNL, que ha sido un punto de discordia, especialmente a raíz de las sanciones occidentales contra Rusia. La vista judicial está prevista para el 11 de diciembre.
En el momento de redactar este informe, Shell no ha hecho ningún comentario sobre la demanda. La demanda por daños y perjuicios representa una importante exigencia financiera para la multinacional, que se había retirado de los negocios rusos debido a las tensiones geopolíticas en la región.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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