El expresidente Donald Trump, en un discurso pronunciado el lunes en el oeste de Pensilvania, anunció su intención de imponer un arancel del 200% a las importaciones de John Deere (NYSE:DE) si la empresa sigue adelante con su plan de trasladar la producción a México. Esta declaración impactó en las acciones de John Deere, que experimentaron una caída de más del 1,5% en las operaciones después de hora, tras una subida del 0,75% al cierre del mercado.
John Deere, conocida por su maquinaria agrícola, había revelado previamente sus planes de despedir a trabajadores en el Medio Oeste y ampliar su huella de fabricación en México. Esta medida ya había suscitado críticas de los empleados y de algunas figuras políticas.
Trump es conocido por su dura postura frente a las empresas que trasladan su producción fuera de EE.UU. Si bien ha amenazado con frecuencia a la industria del automóvil con aranceles similares, este es el primer caso de una amenaza de este tipo dirigida a un fabricante de maquinaria agrícola.
En su política económica, Trump hace hincapié en el uso de aranceles para proteger el empleo estadounidense de la competencia extranjera. Sin embargo, los economistas advierten de que esos aranceles podrían provocar un aumento de la inflación.
Durante su discurso a los agricultores cerca de Pittsburgh, Trump también se refirió al comercio internacional, en particular con China. Prometió presionar al presidente chino, Xi Jinping, para que cumpla los compromisos adquiridos en la "Fase 1" del acuerdo comercial.
Este acuerdo, alcanzado durante el anterior mandato de Trump, implicaba la reducción por parte de Estados Unidos de ciertos aranceles sobre productos chinos a cambio de que China se comprometiera a comprar más productos agrícolas estadounidenses, entre otras cosas.
Trump declaró que se aseguraría de que China se adhiriera al acuerdo, que incluía la compra de 50.000 millones de dólares en productos agrícolas estadounidenses, un objetivo que China aún no ha cumplido.
El apoyo de agricultores y trabajadores industriales se considera vital para la campaña de Trump, sobre todo en estados disputados como Pensilvania, donde la competencia entre él y la candidata demócrata a la vicepresidencia, Kamala Harris, es notablemente reñida.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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