BOGOTÁ, 25 mayo (Reuters) - Un comandante de la guerrilla colombiana de las FARC murió el lunes en un nuevo bombardeo de las Fuerzas Militares, horas después de que el grupo rebelde dijera que los recientes ataques son "un paso atrás" en el esfuerzo para poner fin al conflicto armado y que un aumento de las hostilidades no contribuye a alcanzar la paz.
El nuevo bombardeo en el que murieron el comandante del frente 18 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Román Ruiz, y otros cuatro guerrilleros, se produjo en el departamento del Chocó, una zona selvática del noroeste del país, con lo que se elevó a 40 las bajas de la guerrilla en tres ataques aéreos en los últimos cinco días.
Las FARC dieron por terminada el viernes una tregua de cinco meses que habían declarado en diciembre como un gesto para reducir la intensidad de la confrontación, después de un primer bombardeo en una zona selvática contra uno de sus campamentos en el que murieron 27 guerrilleros. ID:nL1N0YD1B1
La decisión del grupo rebelde y la respuesta del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, quien dijo estar listo para responder cualquier ofensiva, abrieron la puerta a una intensificación del conflicto, en momentos en que las partes buscaban acuerdos para reducirlo, incluyendo la posibilidad de un cese bilateral del fuego.
Ocho insurgentes murieron el fin de semana en un ataque de las Fuerzas Militares a otro campamento rebelde.
El domingo, las FARC activaron una bomba contra un vehículo de la policía en un puerto del suroeste del país, matando a un efectivo y dejando a otros dos gravemente heridos.
"Sin lugar a dudas los acontecimientos ocurridos la semana pasada son un paso atrás en lo avanzado hasta ahora en la mesa de La Habana", dijo el negociador de las FARC, Pablo Catatumbo, al leer un comunicado antes del inicio de una sesión de diálogos con el Gobierno en la capital cubana.
"Ese es un camino equivocado y es obvio que la paz no se alcanzará nunca escalando el conflicto", agregó Catatumbo, quien sostuvo que la guerrilla procederá con cabeza fría para no "echar por la borda los esfuerzos realizados en ya casi tres años de conversaciones".
Pese a las tensiones provocadas por los recientes ataques y bombardeos, el presidente Santos coincidió en que para alcanzar la paz, "tenemos que cambiar esta cultura de venganza por una cultura de diálogo, perdón y reconciliación".
Respondiendo a una petición de las FARC, el mandatario ordenó al instituto de ciencias forenses identificar a los guerrilleros muertos en los bombardeos y entregar los cadáveres a sus familias para que los sepulten, algo inusual en el país en donde normalmente los rebeldes son enterrados en fosas comunes.
"¡No más guerrilleros enterrados como NN! El Estado garantizará a sus familias que puedan reclamar a sus seres queridos y darles un sepelio como corresponde. Y así será de aquí en adelante", dijo Santos en un acto de Gobierno en el reiteró su pedido a la guerrilla para acelerar la negociación.
Pese a las tensiones, los diálogos de Cuba han logrado más avances que todos los esfuerzos anteriores para silenciar los fusiles y poner fin a cinco décadas de un conflicto que ha dejado más de 220.000 muertos y millones de desplazados.