Por Nelson Rentería
NUEVA OCOTEPEQUE, Honduras, 15 nov (Reuters) - El Salvador, Guatemala y Honduras lanzaron el martes un sistema conjunto de seguridad para combatir a las pandillas criminales y el narcotráfico, como parte de un plan respaldado por Estados Unidos para frenar la migración y cuyo futuro es incierto con la elección de Donald Trump como nuevo presidente.
La llamada "fuerza de tarea trinacional" se nutrirá de militares y policías activos de los tres países, según las necesidades del momento, y realizará operativos coordinados contra el crimen organizado, intercambio de información de inteligencia y agilizará la extradición de detenidos.
Los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández; de Guatemala, Jimmy Morales; y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, asistieron al acto de lanzamiento en la ciudad fronteriza de Nueva Ocotepeque, 412 kilómetros al noroeste de Tegucigalpa, en la que participaron un centenar de efectivos y vehículos.
Esta medida es parte de los compromisos para renovar el apoyo financiero de Washington con la Alianza para la Prosperidad, un plan que busca mejorar la seguridad y dar empleos que generen arraigo en esta violenta y empobrecida región conocida como el Triángulo Norte de Centroamérica.
La Alianza, apoyada por el Gobierno de Barack Obama, aseguró un primer aporte de 750 millones de dólares del Congreso para los tres países tras la masiva llegada de menores centroamericanos que colapsaron la frontera sur de Estados Unidos en el verano de 2014.
Trump ha prometido combatir la inmigración construyendo un muro en la frontera con México y deportar hasta tres millones de indocumentados en suelo estadounidense, pero no ha dicho si mantendrá la cooperación económica con Guatemala, Honduras y El Salvador, de donde salen el grueso de los emigrantes al norte.
"Él dijo que iba a hacer el muro, yo creo que (no hay) necesidad de que haga el muro. Si logramos aquí inversión, paz y oportunidades ese va ser un buen negocio para Estados Unidos y para nosotros", dijo el presidente hondureño Hernández a periodistas la tarde del lunes.
GUARDAR LA CALMA
La violencia en el Triángulo del Norte, una de las zonas con más homicidios del mundo según Naciones Unidas, es un factor clave en la emigración masiva de centroamericanos a Estados Unidos, donde cada año decenas de miles de familias y menores no acompañados entran ilegalmente buscando seguridad y trabajo.
Los gobiernos de Centroamérica están, como toda Latinoamérica, a la expectativa de cómo Trump encajará su ejercicio real de la presidencia con su agresiva retórica de campaña que desató el miedo de millones de inmigrantes.
"No tenemos por qué precipitarnos, tenemos que guardar la calma, ése es el primer mensaje y respetar la ley. Nosotros estamos listos para actuar, (pero) no podemos hacerlo antes de que Trump tome alguna decisión", dijo a Reuters el canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales.
El funcionario dijo que en reuniones recientes pudo sentir el "lógico temor" entre los dos millones de guatemaltecos que viven en el país norteamericano, de los cuales más de la mitad estarían en situación irregular.
Por su parte, Hernández adelantó que se reunirá con congresistas y senadores "aliados" de ambos partidos en Estados Unidos para defender la Alianza, que está supeditada a los avances en la reducción del crimen, en el combate a la corrupción y en la mejora de la transparencia.
Los fondos aprobados para este año, que deben ser ejecutados directamente por Estados Unidos en varios proyectos en municipios clave de los tres países, todavía no se han materializado, dijo el canciller guatemalteco. (Reporte adicional de Sofía Menchú en Ciudad de Guatemala y Gustavo Palencia en Tegucigalpa, Escrito por Enrique Andrés Pretel, editado por Anahí Rama y Silene Ramírez)