Por Alexandra Ulmer
RÍO DE JANEIRO, 16 ago (Reuters) - Las rusas Natalia Ishchenko y Svetlana Romashina han dominado las competencias de nado sincronizado con sus creativas rutinas durante tanto tiempo que la gente bromea acerca de que son sirenas y les pregunta si tienen branquias.
En la final de la rutina libre en parejas del martes en los Juegos Olímpicos de Río, pretendieron serlo.
Con trajes de baño inspirados y batiendo sus piernas fuera del agua como si fueran colas recogieron el oro -como se esperaba- y se acercaron aún más a sellar su condición de sirenas.
"A veces todos nos llaman sirenas y nos preguntan si tenemos branquias, por lo que estamos realmente cómodas en esta presentación", dijo Romashina luego de su rutina mientras tomaba las orquillas de su cabello lleno de gel.
Las rusas ganaron con un marcador final de 194,9910 mientras que la dupla china Xuechen Huang y Wenyan Sun se llevó la plata con 192,3688 y las japonesas Yukiko Inui y Risako Mitsui (T:8031) obtuvieron el bronce con 188,0547.
Rusia, que tiene una tradición en nado sincronizado, se ha llevado el oro olímpico en parejas desde Sídney 2000, ganando una reputación por su extrema precisión y rutinas cada vez más originales.
La coreografía de las sirenas fue tan especial para la pareja rusa ganadora también del oro en Londres 2012, que las nadadoras tenían una atractiva música especialmente escrita para los Juegos.
Ishchenko y Romashina dijeron que tomarían un breve descanso para pensar si continúan en la disciplina. Pero se negaron a arrojar luz sobre cómo consiguieron dominarla.
"¡Es nuestro secreto!, bromeó Romashina.
En la final, las competidoras de México Karem Achach y Nuria Diosdado terminaron en la undécima posición con un puntaje de 170,994. (Reporte de Alexandra Ulmer, editado en español por Daniela Desantis)