CARACAS, 30 ene (Reuters) - La lucha por el control de Venezuela subió de temperatura el miércoles, con una investigación de las autoridades que podría llevar a la detención del autoproclamado presidente interino, el líder opositor Juan Guaidó, y una nueva convocatoria suya a manifestarse en las calles.
El Tribunal Supremo de Justicia, la máxima corte venezolana, impuso el martes por la noche una prohibición de viaje a Guaidó y congeló sus cuentas bancarias, en una aparente represalia por las sanciones petroleras establecidas por Estados Unidos, que se espera dañen más la ya tambaleante economía de la nación OPEP.
Guaidó, un ingeniero de 35 años, es reconocido como el líder legítimo de Venezuela por Estados Unidos y la mayoría de los países del hemisferio occidental, en el mayor desafío para el mandatario Nicolás Maduro desde que asumió el poder hace nueve años.
El legislador opositor, que preside la Asamblea Nacional controlada por la oposición, busca nuevas elecciones argumentando que Maduro ganó un segundo mandato de manera fraudulenta el año pasado. Guaidó además ofrece una amnistía para tentar a los militares a abandonar al jefe de Estado.
Hasta el momento, Maduro cuenta con apoyo de los militares, y es poco probable que retroceda. Rusia y China también son apoyos estratégicos, lo que le brinda respaldo diplomático frente a Washington en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Maduro, un exdirigente sindical de 56 años y que sucedió a su carismático mentor, el fallecido presidente Hugo Chávez, ha visto desplomarse la economía y la salida de más de 3 millones de venezolanos huyendo de la escasez de alimentos, las drogas y la hiperinflación.
MIDIENDO FUERZAS
Guaidó convocó a nuevas manifestaciones y a una marcha masiva el fin de semana, en un intento por mantener la presión sobre Maduro en las calles. La acción del miércoles no sería una marcha masiva, sino una serie de pequeñas concentraciones, según ha dicho el opositor.
La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas sostiene que protestas asociadas a las manifestaciones contra el Gobierno han conducido a la muerte a más de 40 personas en todo el país.
Los partidarios del oficialismo también han estado en mítines liderados por aliados de Maduro, quien en los últimos días ha visitado bases militares y supervisado ejercicios de defensa.
Maduro ordenó la creación de 50.000 "unidades populares de defensa" que, según él, se encargarían de la "defensa integral de la patria". Si bien no estaba claro si estarían armados, la estrategia reflejaría la preocupación del gobierno de que Estados Unidos pueda intentar derrotar militarmente a Maduro.
El Pentágono no ha querido descartar acciones militares, pero la mayoría de los expertos no las ve probables. Entre los principales asesores del presidente Donald Trump hay veteranos de la Guerra Fría relacionados con intervenciones militares.
El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, alimentó especulaciones esta semana cuando los reporteros vieron que llevaba escrito en una libreta "5.000 tropas a Colombia".
También se espera que las sanciones golpeen fuertemente la vida diaria en Venezuela, donde el gasto público se financia casi en su totalidad con los ingresos del petróleo.
El fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, pidió una investigación preliminar sobre Guaidó basándose en que había ayudado a países extranjeros a interferir en asuntos internos.
El presidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno, al anunciar la investigación, la prohibición de viajar y las restricciones financieras, dijo que la decisión fue tomada expresamente para "proteger la integridad del país". (Redacción Caracas)