2 ago (Reuters) - Para el velerista trinitense Andrew Lewis, participar en los Juegos Olímpicos era la cosa más lejana en su mente después del inusual accidente que lo dejó luchando por su vida en Río de Janeiro en diciembre.
El deportista de 26 años fue aplastado por una pared mientras intentaba recuperar unas llaves y quedó con dos costillas rotas, una fractura de tibia y peroné en su pierna izquierda, un pulmón perforado y nueve huesos fracturados en su rostro.
"En ese momento realmente no piensas en los Juegos Olímpicos, piensas en la supervivencia", dijo Lewis.
"La vida es una cosa muy valiosa para mí y no quiero perderla, por lo que cosas básicas, como caminar de nuevo, comer de nuevo o respirar de nuevo por mi cuenta eran la prioridad", agregó.
Después de una semana hospitalizado, el pulmón dañado estaba funcionando lo suficientemente bien como para que Lewis fuera sometido a una cirugía en su rostro. También requirió una operación para insertar un metal que se extiende desde la rodilla al tobillo izquierdo.
"Le dije a mi equipo de médicos y fisioterapeutas que estaría de pie un mes después del accidente, y que correría en dos meses", dijo Lewis. "Y una vez que pudiera caminar y correr, podría navegar", comentó.
"El médico principal me dijo: 'Si te duele detente, si no te duele continúa', y uso ese concepto cotidianamente", agregó. (Reporte de Ian Rodricks en Bangalore. Editado en español por Rodrigo Charme)