BOGOTÁ, 10 oct (Reuters) - La oposición política liderada por el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe propuso el lunes que los jefes de la guerrilla de las FARC paguen al menos cinco años de reclusión y no ocupen cargos de elección popular como parte de sus iniciativas para cambiar un acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y el grupo.
El ex mandatario, que gobernó entre el 2002 y el 2010, también propuso conceder una amnistía a los rebeldes que no estén implicados en crímenes de lesa humanidad, emplearlos en la erradicación de cultivos de hoja de coca, además de evitar la expropiación de tierras a personas que las compraron de buena fe.
Las propuestas fueron presentadas por el propio ex presidente en una reunión con delegados del Gobierno como parte de los esfuerzos para lograr consensos que permitan rescatar el acuerdo de paz con el mayor grupo rebelde del país para acabar con un conflicto de 52 años que ha dejado 220.000 muertos.
Uribe dirigió al grupo de colombianos que votó la semana pasada en un plebiscito en contra de un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un resultado que dejó el pacto en el limbo ante la imposibilidad para el presidente Juan Manuel Santos de implementarlo.
Los líderes de la campaña del "No" exigen renegociar el acuerdo de paz con el argumento de que otorga demasiadas concesiones a las FARC.
Santos dijo que su Gobierno seguirá escuchando a los voceros del "No", pero pidió obrar con rapidez y advirtió que el mayor enemigo es el tiempo.
"Quiero hacer un llamado para que este diálogo sea fructífero: Primero, que no se presenten propuestas imposibles. Segundo, ayúdennos a avanzar con sentido de urgencia, es decir, no dilatar. Y tercero: el diálogo debe establecerse partiendo de dos bases fundamentales, realismo y verdad", aseguró el mandatario en una alocución por radio y televisión.
La derrota en el plebiscito impide a Santos poner en funcionamiento el acuerdo que firmó con el máximo líder del grupo guerrillero Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", y que contempla que 7.000 combatientes dejarían las armas para formar un partido político.
El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC dijeron que están abiertos a discutir ajustes y precisiones al acuerdo de paz. Pero las exigencias de Uribe parecen excesivas para el grupo rebelde que había acordado pagar hasta ocho años de penas privativas de la libertad, pero no cárcel, y 10 escaños en el Congreso a partir del 2018 durante dos periodos. (Reporte de Luis Jaime Acosta; Editado por Ricardo Figueroa)