BOGOTÁ, 29 nov (Reuters) - Los organizaciones sociales detrás de la ola de protestas contra las políticas económicas del gobierno de Colombia plantearon nuevas exigencias al presidente Iván Duque para iniciar un diálogo, que incluyen explorar la posibilidad de reanudar la negociación de paz con el ELN.
Las protestas convocadas por sindicatos, estudiantes y otras organizaciones sociales comenzaron hace nueve días con marchas en las que participaron miles de personas y han continuado con movilizaciones en las principales ciudades del país, aunque con el paso de los días se ha reducido el número de manifestantes.
Duque propuso una Gran Conversación Nacional que incluye a los empresarios, los gremios de la economía y otros sectores, que en principio no fue aceptada por el Comité Nacional de Paro.
"Proponemos (...) que se conforme una Mesa Nacional de Diálogo, plural y diversa", dijo el Comité Nacional de Paro en una carta enviada el jueves en la noche al presidente Duque en la que insistieron en reformas políticas y sociales que favorezcan a la población más vulnerable, así como el cumplimiento de acuerdos previos con estudiantes e indígenas.
"Implementación integral del Acuerdo Final de Paz, y que se exploren posibilidades para retomar los diálogos con el ELN", precisó la carta al gobierno con las exigencias que incluyen acciones para detener los asesinatos de líderes sociales y de excombatientes de la desmovilizada guerrilla de las FARC.
Los organizadores de las protestas también solicitaron medidas concretas para combatir la corrupción, proteger el medio ambiente y el fin de las acciones represivas contra las manifestaciones por parte de las Fuerzas Armadas.
Duque, quien asumió en agosto de 2018, suspendió los acercamientos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) por la negativa del grupo de declarar un cese unilateral de hostilidades y ubicar a sus combatientes en una zona acordada con supervisión internacional como fase previa a la entrega de armas.
La posibilidad de un diálogo de paz se extinguió en enero de este año después de que 22 cadetes de la Policía Nacional murieron en un ataque del ELN con un carro bomba una academia policial en Bogotá.
De inmediato no se produjo ninguna respuesta del Gobierno de Duque a las nuevas exigencias del Comité Nacional de Paro.
Aunque las protestas han golpeado el comercio, el turismo y el transporte en las principales ciudades, hasta ahora la producción de petróleo, de carbón y de café no se han visto afectadas.
Las movilizaciones han dejado cuatro muertos y millonarias pérdidas, principalmente por la destrucción de autobuses y estaciones de pasajeros en Bogotá. Uno de los sindicatos promotores de las protestas convocó el jueves a una nueva huelga nacional para el cuatro de diciembre, que sería la tercera en medio de las protestas. (Reporte de Luis Jaime Acosta, editado por Gabriela Donoso)