MÉXICO DF, 28 jul (Reuters) - Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y River Plate chocarán el miércoles por la ida de la final en la Copa Libertadores, en una serie entre dos viejos conocidos en la que el equipo mexicano buscará hacer historia y el argentino dejar atrás más de dos décadas de frustraciones en el torneo.
El local, debutante en esta instancia, confía en superar al conjunto sudamericano, que se adjudicó la Copa en 1986 y 1996.
La llave tiene un condimento extra, ya que River se metió en octavos de final como el peor segundo de la etapa inicial gracias a que Tigres le ganó a Juan Aurich en la jornada final.
En el tercer choque en la actual edición del torneo ambos equipos tratarán de sacar ventaja tras el empate 1-1 en el partido jugado en Buenos Aires y la igualdad 2-2 en México.
River tratará de aprovechar que definirá la llave en casa, ya que pese a quedar peor ubicado que su rival en la etapa inicial contará con esa ventaja debido a que Tigres no representa a la Conmebol por ser invitado. Por eso mismo, el equipo argentino ya se aseguró un lugar en el Mundial de Clubes.
Tigres logró la semana pasada su pase a la final, con lo que se convirtió en el tercer club mexicano en alcanzar la última instancia del torneo después de que Cruz Azul y Guadalajara lo hicieran en el 2001 y el 2010, donde perdieron ante Boca Juniors de Argentina e Internacional de Brasil, respectivamente.
"Es un momento histórico para coronarnos y lograr un título para esta institución que se lo merece. Todo es experiencia y esperemos en el primer partido lograr una ventaja y después ir allá y tratar de manejar el partido. El equipo ha demostrado carácter para jugar estos partidos y éste no será la excepción", dijo el argentino Guido Pizarro, mediocampista de Tigres.
River ya se encuentra en México y a su llegada reconocieron que Tigres será un rival muy incómodo.
"Le tenemos un gran respeto, pero tenemos una gran confianza en nosotros porque hemos hecho bien las cosas y llevamos esperando ganar esta copa mucho tiempo", dijo el delantero Javier Saviola.
Tras el título logrado en 1996, River jugó 14 ediciones de la Copa, incluyendo la actual, y perdió cuatro veces en las semifinales.
El partido de ida se jugará en casa de Tigres, el estadio Universitario de Nuevo León. La vuelta se disputará la próxima semana en el estadio Monumental de Buenos Aires.
"Va ser una final muy fuerte e intensa, el equipo rival es de jerarquía, pero nosotros tenemos lo nuestro. No va ser nada fácil para ellos ni para nosotros, pero estamos esperanzados y tenemos fe en que vamos a salir campeones", dijo Jorge Torres Nilo, zaguero de Tigres.
El club anunció el lunes que se agotaron los boletos para la ida y que no habrá lugares para la hinchada de River, por lo que el equipo argentino definirá con un marco totalmente favorable, ya que tampoco venderá localidades a los simpatizantes de Tigres. (Reporte de Carlos Calvo Pacheco. Editado por Javier Leira)