En este último reporte del año continuaremos describiendo los rasgos más relevantes del panorama de inversión en renta fija denominada en dólares que se vislumbra para el 2018. A continuación nuestras apreciaciones:
El desapalacamiento de las economías miembros de la OCDE:
La OCDE espera que la tasa de crecimiento de la economía mundial sea del orden del 3,7% en el 2018, y que ninguno de sus 45 países miembros sufra una contracción económica en el 2018 o en el 2019. Con tasa de inversión netas inferiores a las de periodo previo a la crisis financiera del 2008, y con niveles de productividad que mejoran muy lentamente no es obvio que pueda reducirse el alto grado de apalancamiento financiero de los países desarrollados.
Como tendencia de largo plazo en EEUU., y la Eurozona, se observa que el nivel de endeudamiento corporativo crece a una velocidad mayor que el capital productivo, por lo que si las tasas de interés comienzan a crecer sin estar acompañadas de crecimiento en dichas economías, lo que se tiene a mediano plazo es el surgimiento de una gran tendencias de eventos de impago.
La estabilidad de los precios de los instrumentos de renta fija va depender en buena medida en el 2018, de que los bancos centrales no se vean obligados a subir las tasas en respuesta, por ejemplo, a un surgimiento inesperado de la inflación.
La presión alcista de las tasas de interés en un contexto donde no queda claro si es la inflación o el crecimiento económico, lo que motiva tal subida, será una fuente de incertidumbre a considerar por parte de los tenedores de renta fija en el año que se avecina.
La deuda venezolana denominada en dólares:
Es muy probable que en el primer semestre del 2018 nos encontremos en un punto muerto en relación al desenlace de este evento de impago tan sui generis que han sufridos los papeles de la república y PDVSA denominados en dólares.
Como es natural, aquellos inversionistas institucionales que por sus estatutos internos no puedan conservar papeles en situaciones irregulares, así como algunas personas naturales que no se sientan cómodas manejando estos niveles de incertidumbre liquiden su posición. Serán sustituidos por quienes tenga información privilegiada sobre la evolución de las negociaciones o estén dispuestos a tomar altos niveles de riesgo.
Con el paso de las semanas, los bufetes de abogados internacionales incrementarán sus esfuerzos para conseguir la representación de tenedores de deuda, y en ese momento se pondrá en blanco y negro el costo de defender las acreencias.
Las principales fuentes de incertidumbre reflejadas en el desconocimiento del impacto último de las sanciones de EEUU., mezcladas con la incógnita de cuan dispuesta está la república a aceptar un plan de reajuste económico, harán que los títulos se vuelvan mucho más ilíquidos. Si los acreedores no se muestran más agresivos, y esto les cuesta dinero adicional, los deudores seguirán pagando cupones a cuenta gotas. Pueden pasar muchos meses en este limbo de “default ma non troppo”, pero eventualmente los acreedores tienen que mostrar de qué están hechos.
Como todos los años nos despedimos dándoles las gracias por haber sido tan fieles lectores en los últimos siete años. Les queremos regalar dos cosas útiles para el 2018: sangre fría y paciencia. Se les quiere.