Ya hemos comentado alguna vez la definición del término griego eidólon εἴδωλον ("ídolo", en su traducción al castellano). El significado original del griego significaba “imagen o reflejo”. Con el paso de los años, la palabra ídolo ha venido a describir un icono social al que se admira por sus extraordinarias virtudes.
Siempre me ha parecido interesante la acepción que se refiere a imagen o reflejo y la proyección en nosotros mismos. Nuestro propio reflejo. De manera que, trabajándolo, podamos llegar a ser ídolos en la acepción actual de la palabra.
Con la sobriedad que suelen dar los años, las personas sueñan con metas que piensan que pueden conseguir y se alejan de deseos utópicos de juventud o altamente lejanos para su nivel. En cualquier caso, la ambición de ser un gran trader perdura. Poder vivir la vida diaria a otro ritmo, con comodidad económica y un estatus social/intelectual respetado y en cierto modo envidiado son ecos y pensamientos fugaces que ceden a la sensatez y rigidez de la rutina cotidiana.
Que no nos tengamos por ídolos nosotros mismos no quiere decir que cejemos en nuestro empeño de poder llegar a serlo. Mientras, por el camino, nos vamos encontrando con algunas personas a las que sí les damos ese rango y en este punto me gustaría detenerme en el día de hoy.
Recuerdo muchas ocasiones en las que planificando una operación, pactaba conmigo mismo, un nivel de entrada, un stop, unos parciales a tomar y unas posibles acumulaciones en función del recorrido del activo. Bien, entrado ya en la operación solía leer comentarios y recomendaciones a cerca del activo que yo estaba transando en ese momento. En cierto modo, buscaba la confirmación de analistas y traders reconocidos para quedarme más tranquilo. El resultado solía ser un desastre. Si ellos opinaban lo contrario de lo que yo estaba haciendo, el eco de sus palabras se me quedaba grabado en el cerebro y lo que en un principio era una operación clara y meridiana pasaba a ser un mar de dudas. Cuando los analistas de prestigio y a los que yo consideraba mejores traders iban en una línea parecida a lo que yo estaba ejecutando aparecían también problemas. Yo tenía pensado un nivel de profit X y ellos tenían otro que difería bastante del mío. Más dudas.
A) ¿Soy demasiado optimista? Ellos ven 70, yo veo 85
B) ¿Soy demasiado conservador? Ellos ven 85, yo veo 70.
Cuando yo veía 85 y el activo se acercaba a 70, esos comentarios leídos sonaban a gritos en mi memoria. Terminaba haciendo caso a lo leído, cerraba en ese nivel y allí pasaban dos cosas.
1) Los analistas o traders a los que yo había creído más que a mí mismo no tenían razón y yo sí. Sentimiento de frustración. No hago lo que yo mismo pacto conmigo y encima, el día que doy en el clavo, no llego a objetivos.
2) Los analistas o traders a los que yo había creído más que a mí mismo tenían razón y yo no. En cierto modo, no puedo quejarme, mi operación ha sido un éxito y se ha cerrado en el justo nivel de profit pero siento frustración igualmente. Yo, por mí mismo, no lo hubiese conseguido.
A menudo, me encontraba con la desesperante opción 3. Nadie tenía ni idea de lo que realmente aconteció después. Terrible. Ni yo ni el experto. Habrá que buscar a otro analista…
Llegado a este punto tuve que concluir lo siguiente y de la misma forma te lo planteo a ti:
Opción A: Tú operas.
Opción B: Copias operaciones de los demás.
En mi opinión, se puede ganar y perder dinero con las dos opciones y no antepongo en jerarquía ninguna a la otra. Desde luego copiar operativas tiene el problema de la dependencia. Si solemos leer o copiar proyecciones de un trader y súbitamente deja de publicar deberemos buscar otro o bien rastrear contactos y correos electrónicos para ponernos en contacto con él y suplicarle una forma de suministro de ideas.
La opción A suele ser la más popular. A todos nos gusta más ganar en el campo que aplaudir desde el banquillo. Es bonito pensar que hemos nacido para metas importantes.
Si tomas la opción A deberás olvidarte por completo de la B. La sobreinformación, el exceso de lectura, recomendaciones, opiniones, declaraciones, etc… puede que acaben haciendo mella en tu operativa y termines mezclando operativa propia con pinceladas de ajenas. Nadie sube a primera división con Messi o Ronaldo en el equipo, esos no juegan en segunda. No esperes que fichen por ti. Deberás equivocarte e insistir tu sólo una y otra vez.
Recoger información, sondear el mercado, conocer los datos fundamentales, estudiar economía… todo eso, desde luego, te va a ayudar.
Para decidir, mantener tus ideas y aceptar tus resultados contarás contigo mismo y con algo que hemos comentado en el comienzo: tu propio reflejo. Ya digo que creo abiertamente en la definición primaria de ídolo como imagen o reflejo, el tuyo propio, que trabajado, pueda llegar a ser lo que en la actualidad entendemos como un ídolo. Yo espero, como mínimo, que al final obtengas un reflejo de lo que quieres ser. Por imagen empezamos y con ídolo terminamos. Feliz camino, compañeros.