Durante el tercer año de la II Legislatura, el Congreso capitalino instó a la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y a los gobiernos estatales que la componen, revisar y actualizar los mecanismos y acciones destinadas a reducir los contaminantes y controlar las fuentes de emisión que afectan la calidad del aire en el Valle de México.
El dictamen, aprobado en el pleno, surge de una propuesta presentada por la diputada Tania Nanette Larios Pérez, quien expresó su preocupación por los efectos negativos en la salud causados por la exposición al ozono, como la irritación del sistema respiratorio, tos, disminución de la función pulmonar, agravamiento del asma e inflamación de las células pulmonares.