Este artículo se publicó en inglés el día 24 de agosto de 2016
El mercado del petróleo demostró el martes una vez más que la OPEP también puede jugar al juego de la especulación.
La semana pasada, el precio del petróleo fue subiendo lentamente hasta 50 USD por barril, al parecer debido a unos informes que indicaban que los líderes de la OPEP estaban planeando reunirse para discutir una congelación de la producción a finales de septiembre. Al comienzo de esta semana, sin embargo, los medios de comunicación informaron de que la mayoría de los analistas no creen que la OPEP acceda a una congelación de la producción (una conclusión evidente), que la cantidad de yacimientos petrolíferos nuevos de Estados Unidos está aumentando y que Iraq pretende incrementar las exportaciones de petróleo. El precio del petróleo comenzó a descender.
Entonces, de repente, en torno al mediodía del martes, el precio del petróleo se disparó casi 1,50 USD. ¿El culpable? Un informe de Reuter basado en una fuente anónima de la OPEP, que indicaba que Irán podría estar interesado en una "acción conjunta" para respaldar los precios del petróleo. A pesar de que el Ministerio del Petróleo iraní no ha confirmado siquiera que Irán vaya a asistir a la reunión de septiembre en Argelia, los especuladores vieron el titular y se lo tragaron.
Irán no tiene ningún incentivo para reducir su producción de petróleo. El país necesita dinero desesperadamente y acaba de superar un obstáculo político importante en su camino hacia los nuevos tipos de contratos de desarrollo de petróleo (los llamados Contratos de Petróleo de Irán o IPCs) para los inversores. La congelación de su producción de petróleo en sus niveles actuales enviaría a los inversores el mensaje de que Irán no está abierto al desarrollo del petróleo y limitaría seriamente la capacidad de la nación para aumentar sus ingresos en el futuro. Irán no puede hacer eso.
Lo que Irán y otros países de la OPEP pueden hacer, sin embargo, es jugar al juego de la especulación. Dado que todos los países y empresas productores de petróleo (con la excepción de algunos países pobres como Venezuela) producen a tasas elevadas, y dado que la demanda mundial no está aumentando al mismo ritmo, el precio del petróleo está atrapado bajo un umbral determinado y por encima de otro.
Dentro de este rango de precio, sin embargo, ciertos países productores (como Irán, Arabia Saudí, Iraq o Rusia) han descubierto que pueden manipular fácilmente con sus palabras a los proveedores de petróleo. Mientras que anteriores ministros de petróleo, como el recientemente retirado Ali al-Naimi de Arabia Saudí, a menudo reprendía a los especuladores por sus exageradas reacciones ante todo lo que decía, la generación actual se está aprovechando.
Parece que ahora los ministros de la OPEP están manipulando a los manipuladores. Ofrecen declaraciones crípticas que no son mentiras pero no son tampoco fundamentales. Estas declaraciones sirven para subir los precios mientras los países siguen produciendo en exceso. Todo lo que tienen que hacer para subir el precio un par de puntos porcentuales es publicar una nota o dos sobre una posible reunión o sobre la esperanza de "estabilizar el mercado". Esperan un día o una hora y los especuladores muerden el anzuelo, haciendo dispararse el precio del petróleo.
Esta semana ha demostrado que los especuladores han mordido el anzuelo una vez más.