Esta mañana, el peso vuelve a operar presionado al alza por las expectativas de que la FED pueda comenzar a retirar su apoyo a la economía estadounidense mucho antes de lo proyectado. Por lo tanto, nuestra moneda no logró mantener las ganancias que obtuvo tras la publicación del reporte de inflación al consumidor, que superó las estimaciones del mercado y refuerza las apuestas a favor de que el carry siga aumentando. Desde el punto de vista técnico, el indicador RSI frenó su caminata de alza, lo que nos da señales de que el movimiento alcista del peso comienza a perder fortaleza en el corto plazo. Hace unos momentos, este perdía 0.15% cotizando en $20.05.
De acuerdo con INEGI, los precios al consumidor en México aumentaron en 0.59% m/m en julio, ligeramente por encima de lo esperado por los analistas. Con ello, la inflación anual general ascendió a 5.81%, su nivel más bajo desde marzo, pero se mantiene por encima del rango objetivo de Banxico por quinto mes consecutivo. Además, los precios no subyacentes aumentaron en 0.93% m/m, su mayor ritmo desde marzo. Y la inflación subyacentes fue de 0.48% m/m, en línea con las expectativas; mientras que en su comparación anual fue de 4.66%, su mayor nivel desde finales de 2017 e hiló su octavo mes de aceleración. Los precios de mercancías (0.85% m/m) destacaron al alza impulsados por los alimentos, bebidas y tabaco (0.80% m/m). Por lo que las presiones al alza podrían extenderse por más tiempo, pues estos precios son menos volátiles que los de otros productos como los energéticos (1.49% m/m) y por los problemas relacionados con la escasez de insumos e interrupciones en las cadenas de suministro. Por lo tanto, los inversionistas esperan que este jueves la Junta de Gobierno de Banxico aumente la tasa de referencia en 25 pb hasta el 4.5%, a pesar de los mayores riesgos para la economía por la tercera ola de infecciones en nuestro país.