En el 3T-21, la atención de los inversionistas está sobre las señales de recuperación de la economía en EE.UU. y sus efectos sobre las perspectivas de la FED para iniciar con la normalización de su política monetaria. Con ello, la creación de 943 mil empleos durante julio en ese país reforzó las apuestas de que el banco central podría adelantar sus planes para reducir su compra de activos e incluso incrementar la tasa de interés antes de 2023.
Por lo tanto, el dólar se apreció de forma generalizada, con lo que las monedas emergentes perdieron atractivo, a pesar de la expectativa de un mayor carry trade en los próximos meses. Pues varios bancos centrales de economías emergentes han comenzado con un ciclo de alzas por la aceleración inflacionaria que experimentan.
En el caso del peso USD/MXN, los especuladores de futuros del CME volvieron a incrementar su postura corta, pues al 10 de agosto mantenían 23,887 contratos netos para la venta. Lo que representa un incremento del 12.2% s/s, después de que se dio a conocer el reporte de nóminas no agrícolas de EE.UU. Además, en lo que va del 3T-21, se mantiene un promedio de casi 25 mil contratos cortos netos sobre nuestra divisa.
Sin embargo, después de que los indicadores económicos en EE.UU. han presentado resultados mixtos, los inversionistas operan con cautela en espera de más señales en las minutas del FOMC para confirmar sus expectativas. Por otro lado, el peso USD/MXN se ha recuperado gracias al aumento de la tasa de interés de Banxico y los futuros de la divisa vuelven a operar por encima del nivel clave de $0.05.