La Junta de Gobierno del Banco de México aumentó este jueves la tasa de referencia en 75 puntos base como lo esperaba el mercado, ubicándola en 8.50%, quedando como el nivel histórico más alto desde que Banxico adoptó como objetivo operacional la tasa de interés interbancaria a un día en enero de 2008. Sin embargo, todavía se espera que Banxico siga subiendo la tasa de interés este año, durante las reuniones de política monetaria que tendrá en septiembre, noviembre y diciembre. Según la encuesta que realiza Banxico entre especialistas del sector privado, cerraría el año en 9.50%, lo que implicaría dos alzas más de 50 puntos base cada una, o una de 50 pb y dos de 25 pb, en línea con lo que se espera que haga la Reserva Federal de Estados Unidos en su tasa de referencia, la cual se estima que cierre el año en 3.50%, desde 2.50% que está actualmente, sobre todo, después que la inflación de julio fue mucho menor que la de los meses anteriores al quedar sin cambio (0.0%) con respecto al mes de junio, dejando la posibilidad de que el próximo aumento de tasas en septiembre sea de 50 puntos base y no de 75 como esperaba el mercado antes de conocer la inflación de julio.
Lo que deja incertidumbre sobre lo que hará el Banco de México es el aumento que dio a las expectativas de inflación general a 8.1%, desde 7.5% de la revisión previa, y para la subyacente subió a 7.6% desde 6.8% previo, para este año.
Lo anterior nos demuestra que a pesar de los bajos datos de inflación del miércoles en Estados Unidos, todavía existe una alta incertidumbre sobre su comportamiento e influencia que tendrá sobre las tasas de interés, y parece que la bolsa neoyorquina así lo considera, ya que después de las ganancias que tuvo este miércoles, volvió a tomar una pausa, registrando el jueves cierres mixtos moderados.
En México, la Bolsa cerró el jueves en 48,460.6 puntos, con ganancia de 1.36%, con lo que sus principales indicadores técnicos quedaron con señales positivas que podrían mantener el alza al siguiente objetivo ubicado en 49,860 puntos.
El tipo de cambio siguió apreciándose al cerrar en $19.9612, apoyado por la depreciación del dólar.