Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Las divisas y las acciones bajan este martes tras el descenso de las ventas minoristas de Estados Unidos. El gasto de los consumidores creció sólo un 0,3% en el mes de octubre, frente a las expectativas de un aumento del 0,5%. El crecimiento del gasto se desaceleró significativamente a partir de septiembre, cuando la demanda aumentó un 1,6%. Este debilitamiento suscita preocupaciones en torno a que, con los casos de coronavirus surgiendo por todo el país, las ventas minoristas se desacelerarán aún más en los últimos dos meses del año. Contra las cuerdas y sin la orientación del gobierno federal, muchos estados han tomado sus propias medidas para frenar la propagación del virus, prohibiendo el consumo en locales de hostelería en interiores y ordenando el cierre de algunas empresas. Las empresas biotecnológicas están haciendo sólidos progresos hacia una vacuna, pero lo más pronto que podría distribuirse a la población es en primavera de 2021. Eso significa que la recuperación que atisbábamos en el tercer trimestre podría desaparecer por completo en el cuarto trimestre. Como advertía este martes el presidente de la Reserva Federal, la recuperación presenta importantes riesgos a la baja a corto plazo. El poco alentador informe de ventas minoristas hizo descender el par USD/JPY por cuarta jornada consecutiva. Si bien el informe del mercado inmobiliario y los datos de licencias de obra de este miércoles deberían mostrar una recuperación de la vivienda, la demanda de dólares debería ser limitada por el temor a nuevas restricciones a la actividad empresarial.
En Europa, se han observado los primeros indicios de que la segunda oleada pierde impulso. Las agresivas medidas de confinamiento en todo el continente están funcionando, y los nuevos casos de virus en Alemania, Francia, Italia, Bélgica y los Países Bajos finalmente están descendiendo. En algunos países como Bélgica, la mejora ha sido significativa: el 30 de octubre reportaban casi 30.000 casos en un solo día, y ahora han bajado a 4.600. En Alemania, el pico fue superior a 23.000 y ahora los nuevos casos están más cerca de 10.000. Éstas aún son cifras alarmantemente elevadas, pero la curva se mueve en la dirección correcta. A lo largo de este periodo, el euro se ha mostrado muy robusto, situándose por encima de 1,18 frente al dólar estadounidense. Un argumento para la resiliencia del euro es que Estados Unidos ha ido por detrás de Europa unas semanas, lo que significa que los casos en Estados Unidos aumentarán antes de disminuir mientras que los casos en Europa seguirán alejándose de sus máximos. Si bien eso podría ser cierto, la contracción en Europa podría ser más profunda porque se tomaron medidas más estrictas a nivel nacional y el Banco Central Europeo ha dejado muy claros sus planes para relajar la política monetaria el mes que viene, mientras que la Reserva Federal no ha dejado caer ninguna pista definitiva sobre el estímulo.
La moneda que mejor actuación ofrecía este martes ha sido la libra esterlina. El diario británico Sun ha publicado un artículo que habla sobre la posibilidad de un acuerdo comercial entre el Reino Unido y la UE la semana que viene. Aunque se han hecho muy pocos progresos en las negociaciones sobre el Brexit, la persistencia de ambas partes y la fortaleza general de la libra es una señal de que los inversores todavía creen que se puede llegar a un acuerdo antes de fin de año. A los inversores también les gusta el optimismo del gobernador del Banco de Inglaterra, Bailey, que ha dicho que las últimas noticias sobre las vacunas son alentadoras y disipa parte de la incertidumbre para las empresas. Los precios al consumo del Reino Unido se publican este miércoles y el reciente repunte de los precios de las tiendas, junto con la decisión del banco central de mantener inalteradas las previsiones de inflación señalan la posibilidad de una sorpresa al alza.
Mientras tanto, los dólares australiano, neozelandés y canadiense se vendieron frente al billete verde. Las actas del Banco de la Reserva de Australia señalan un banco central listo para proporcionar más estímulo, aunque su preferencia son las compras de bonos, ya que no consideran razonable recortar aún más los tipos de interés. Nueva Zelanda informó de un aumento de la actividad en el sector servicios, pero con la venta de acciones, el dólar neozelandés sucumbió a la recogida de beneficios. Los datos de vivienda de Canadá, menos alentadores de lo previsto, comienzan a contribuir a la caída de la divisa canadiense.