- Durante el 3T-23, la economía tuvo una variación de 1.3 trimestral% vs 0.5% previo.
- A tasa anual, el PIB creció 4.9%, superior al estimado de +4.5%.
- Las ventas minoristas y la producción industrial han tenido un buen desempeño.
A pesar de las buenas cifras persisten los riesgos en el mediano plazo
China es la primera de las economías de gran envergadura en reportar los resultados del PIB durante el tercer trimestre y en esta ocasión sienta las bases para el que se percibe será un trimestre de dinamismo a nivel global, a excepción de Europa. En términos trimestrales, el crecimiento fue de 1.3% y constituye una mejora sustancial frente al decepcionante +0.5% del segundo trimestre (revisado a la baja desde 0.8% preliminar). A tasa anual, el avance fue de 4.9% anual, mayor a la estimación de 4.5% y dejando a la economía asiática en buena posición para cumplir con el objetivo fijado por el gobierno de 5.0% para todo 2023. Respecto a los componentes, el avance fue propiciado por el buen desempeño de las ventas minoristas y de la producción industrial, que acumulan avances de 6.8% y 4.0% en lo que va del año, mientras que la inversión se ha visto golpeada por la crisis en el sector inmobiliario y solo se ha incrementado en 3.1%.
¿Qué esperar?
Los estímulos anunciados por las autoridades en meses pasados parecen estar funcionando para reactivar la demanda interna en el corto plazo, aunque persisten varios retos en horizontes de tiempo mayores. Para ponerlo en contexto, incluso con las mejoras recientes, las tasas que se han presentado a lo largo de los últimos 9 trimestres siguen siendo muy inferiores al promedio de 7.7% que se registró entre 2010 y 2019. Además, el Fondo Monetario Internacional revisó a la baja las perspectivas para 2024, año en el que esperan que la economía crezca en solo 4.2%. La merma en la demanda global, junto con la agudización de la crisis inmobiliaria, la prolongada cautela de los consumidores y los cambios en los patrones demográficos son los factores detrás de esta visión, por lo que el lento desempeño de China se sumará a la vez a los riesgos bajistas para la economía global el próximo año.