Ambos componentes de la demanda agregada tienen catalizadores de mediano plazo
En México hoy se publicaron las cifras de consumo y de inversión privada durante octubre de 2023. Los resultados fueron mixtos, pero con implicaciones positivas para el grueso de la economía, pues la inversión subió en 1.91% mensual, mientras que el consumo retrocedió solo en 0.25%. De esta manera, aunque la publicación del IGAE (-0.09% mensual) anticipa un inicio rocoso del último trimestre del año, las cifras publicadas hoy parecen balancear los riesgos y seguimos esperando que el crecimiento sorprenda al alza en tanto factores como la construcción de los proyectos prioritarios, el nearshoring y la resiliencia de las fuentes del consumo serán la constante en los meses por venir.
La Inversión Fija Bruta subió en 1.91% mensual gracias a la construcción
Respecto a la inversión, el alza de 1.91% permite una recuperación exitosa tras el tropiezo de -1.49% de septiembre. El factor alentador es que gran parte de movimiento se explica por un incremento de 11.27% mensual en la construcción residencial, que había permanecido apagada desde la pandemia y ahora anota su mejor resultado de los últimos 8 años. En el pasado reciente el subsector ha sido afectado por la incertidumbre asociada a las tasas de interés, al alza en los costos de materiales y la ralentización de trámites y permisos, pero el poderoso empuje de octubre podría marcar un punto de inflexión. De esta manera, sumado a la reactivación del gasto en las obras públicas, el comportamiento de la construcción podría ser un catalizador duradero para la fórmula de crecimiento, por lo que los datos de inversión traen una grata sorpresa para el panorama económico de mediano plazo.
El Indicador del Consumo Privado bajó en 0.25%
Por otro lado, el consumo tuvo una baja de 0.25% mensual que está relacionada a un ajuste de -0.70% en los servicios y de -1.58% en los bienes importados. A lo largo del año, la tendencia en la mayoría de los componentes ha sido robusta y es posible que los resultados de este mes no impliquen un riesgo sustancial, sobre todo dada la fortaleza del mercado laboral y los incrementos previstos para salarios mínimos y transferencias de los programas sociales. Además, la apreciación del sipo de cambio seguirá constituyendo un factor de impulso para el consumo de bienes procedentes del extranjero, cuyo valor se ha incrementado en casi 40% respecto al que tenían antes de la pandemia.