El factor humano es una variable central en términos del éxito o el fracaso que pueda tener un negocio a largo plazo. Por lo tanto, invertir en compañías con el management indicado puede hacer una gran diferencia en cuanto a los retornos que obtiene el inversionista. Si bien existe un amplio consenso sobre la importancia del equipo directivo de una compañía a la hora de invertir, muchas veces resulta complejo evaluar la calidad de las decisiones de éste desde un punto de vista práctico.
Si bien los inversores contamos con información limitada y parcial al respecto de las decisiones que toman las empresas, analizar con cuidado los incentivos del management es una alternativa valiosa para posicionarnos en las firmas mejor gestionadas a largo plazo.
La importancia de los incentivos
Cuando el management de una empresa toma una decisión en particular, puede resultar complejo evaluar la misma desde el punto de vista del inversor. Los ejecutivos en la compañía cuentan con mayor información sobre la marcha del negocio, y en ocasiones, esta información se resguarda confidencialmente por cuestiones de estrategia competitiva.
Cuando los ejecutivos toman una decisión de negocios, esto puede involucrar una amplia variedad de consideraciones de todo tipo, las cuales pueden ser operativas, financieras y estratégicas. En muchos casos, los inversores no contamos con las herramientas para analizar las decisiones desde un punto de vista integral.
Más allá de esto, es muy importante prestar atención a que el equipo directivo de la compañía cuente con los incentivos adecuados. Es decir, que las decisiones se tomen en función de los objetivos y necesidades de la compañía a largo plazo, y no en base a consideraciones cortoplacistas y especulativas.
Los estudios estadísticos demuestran que las empresas que son dirigidas por sus fundadores suelen tener un retorno superior al promedio. El fundador de una compañía generalmente tiene una buena parte de su propio patrimonio invertido en acciones de la firma, además de un compromiso emocional con el negocio cuestión. Teniendo esto en cuenta, no resulta extraño que los ejecutivos fundadores se inclinen a tomar decisiones que estén en línea con el desarrollo del negocio a largo plazo.
Entre las grandes compañías que cotizan en bolsa, solo una minoría son gestionadas por sus socios fundadores actualmente, aunque resaltan algunos nombres reconocidos, como Starbucks (NASDAQ:SBUX), Amazon (NASDAQ:AMZN), Facebook (NASDAQ:FB), Alphabet (GOOG) (NASDAQ:GOOGL), Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa) (BRK.A) (BRK.B), Netflix (NASDAQ:NFLX) y Tesla (NASDAQ:TSLA), entre otros.
En el mismo sentido, incluso si el management de la empresa no está compuesto por sus socios fundadores, es interesante prestar atención a los incentivos económicos al respecto. Si los directivos tienen su propio capital invertido en las acciones de la firma es más probable que tengan un verdadero compromiso a largo plazo en generar valor en forma sustentable para los inversionistas.
La calidad de las decisiones y los incentivos
Muchas veces, los altos directivos de las empresas obtienen una gran parte de su remuneración económica anual en función de incentivos que están ligados a diferentes medidas de la performance del negocio. Por ejemplo, el bono de fin de año suele estar relacionado con las ventas de la empresa, las ganancias, o los niveles de rentabilidad del negocio.
En este punto es determinante que los incentivos estén bien diseñados y sean congruentes con los objetivos del inversor. Es relativamente sencillo para el management de la firma incrementar las ventas mediante rebajas de precios, las cuales tienden a disminuir los márgenes de rentabilidad.
Esta estrategia puede ser una decisión inteligente cuando la firma apuesta al crecimiento futuro por sobre la rentabilidad presente, aunque no debe confundirse un crecimiento de ventas basado en rebajas de precios con un aumento de la facturación que viene aparejado con márgenes de rentabilidad estables o en expansión. En términos de sustentabilidad y ganancias a largo plazo, las diferencias son muy importantes.
También es conveniente tener cuidado con los recortes de costos que pueden afectar al crecimiento futuro del negocio. Cuando el equipo directivo decide reducir los costos en áreas como marketing o investigación y desarrollo de productos, esto puede incrementar rápidamente los márgenes y las ganancias a corto plazo. Sin embargo, los efectos negativos en términos de pérdida de posicionamiento competitivo y de caídas en los niveles de innovación de la empresa pueden resultar considerables en los años siguientes.
Analizar la calidad del management de una compañía resulta determinante, aunque muchas veces los inversores no disponemos de la información necesaria para un análisis detallado de cada decisión. Más allá de esto, conviene asegurarnos de que el equipo directivo cuente con los incentivos económicos correctos para pensar en el beneficio de los inversores a largo plazo, evitando además las compañías que buscan inflar artificialmente las ventas o ganancias de corto plazo a expensas del desarrollo del negocio en los años siguientes.