Desde la semana pasada los mercados financieros comenzaron incorporar una subida en la tasa de política monetaria, algo que el fuerte dato de empleo de octubre en Estados Unidos vino a consolidar. Durante ese mes se crearon unos 271 mil empleos, mucho más de los 185 mil esperados por los analistas; la tasa de desempleo por su parte cayó al 5% y una medición más amplia, que incluye a trabajadores desincentivados por las condiciones económicas, bajó al 9,8%, nivel no visto desde mayo de 2008, antes de la caída de Lehman Brothers.
Pero quizá el dato que está siendo más celebrado dentro de la Reserva Federal es la mejora en los salarios, respaldando la expectativa de un grupo importante dentro de la entidad que considera que la continua mejora en el empleo empujará los salarios y estos a la inflación.
Hasta el momento, dichos datos parecieran ser suficientes para cumplir con lo señalado en el comunicado oficial que la entidad dio a conocer después de su reunión de octubre, en el cual señaló que evaluaran el progreso “realizado y esperado” hacia cumplir con el doble mandato de la entidad monetaria. De esta forma, las posibilidades de una subida se han disparado del 40% en que estaban al cierre de octubre al 68%.
Aunque falta más de un mes para el día de la decisión, y mucho podría cambiar, parece que la barrera para evitar un alza es alta y alguna desaceleración de los datos económicos tendría una influencia mayor en todo el proceso de subida, que en la fecha del primer movimiento. Así, muchos bancos ajustaron de nuevo su expectativa de marzo de 2016 a diciembre de este año, fecha que ha sido la expectativa de Aldesa desde inicios de año.
Janet Yellen y compañía señalaron que este proceso de subida será “gradual”, algo que parece estar interiorizado por los mercados; no obstante, el dato de empleo de octubre fue tan bueno que algunos analistas han puesto en duda esta gradualidad, por lo que este se proyecta como el nuevo tema que moverá a los mercados en las próximas semanas, el cual analizaremos más adelante .