Comienzan los flashback del pasado en los mercados, como cuando allá por el año 2013, los buenos datos macro de Estados Unidos hacían caer al S&P 500.
Las raices de la inflación en EE.UU:
En este caso, nada ha cambiado, pero si a eso le sumamos las declaraciones especulativas de miembros de la Reserva Federal, que desencadenan auténticos vaivenes en los flujos de dinero a raíz de sus comentarios, y el miedo a fuertes subidas de tipos durante el año 2018, todo ello justifica las bajadas que nos encontramos ahora.
Por supuesto, todo esto se añade a una exagerada burbuja en la renta variable estadounidense, alimentada por una constante rebaja de su moneda, que hace más atractivos los activos cotizados en la misma.
Lo increíble es que apenas vemos que el dólar consiga fortalecerse contra el euro tras estas especulaciones de la Reserva Federal. Sin embargo, la caída del S&P 500 ha sido mucho más potente, poniendo de manifiesto lo inestable que era esa subida de días atrás.
En el vídeo reporte esta semana tocamos bastante información detallada sobre la disminución de la tasa de ahorro personal, el aumento del consumo crediticio y el incremento de gastos personales de consumo.
Es decir, en términos generales podemos decir que el público norteamericano posee expectativas positivas de crecimiento y que hay combustible para generar inflación.
En base a lo anterior, sí que podemos creer que se produzca un repunte de la inflación durante este año acompañado de más con la subida del crudo y por lo tanto que la Fed se ponga las pilas. Pero también invitamos a desconfiar de los comentarios que hace la Reserva Federal en estos aspectos, pues en demasiadas ocasiones han demostrado ser incluso contradictorios entre los propios miembros del banco central.
El bitcoin sobrevivirá, desmontando los mitos.
Estamos viendo la primera crisis fuerte que experimenta el bitcoin. Su prueba de fuego: aquellos que solamente especularon con él se deshacen de él, aquellos que fueron atraídos como las moscas hacia la miel tampoco saben qué hacer y creen que todo ha terminado.
Es cierto que el bitcoin ha experimentado cada vez más dificultades del punto de vista técnico, pero también es normal y comprensible. Tecnológicamente hablando, el bitcoin ha visto reducida su capacidad de realizar transacciones de manera rápida y efectiva y los costes de las mismas también han aumentado, pero esto es algo lógico si pensamos en la altísima demanda que ha tenido los últimos meses. Es normal que experimente dificultades, pero, obviamente, su tecnología irá adaptándose a los excesos de demanda que ha sufrido.
Por otro lado, también es cierto que la regulación le está castigando. La India prohibía también su utilización. Pero también es verdad que cada vez más entidades financieras están interesadas en el uso de su tecnología y cada vez hay más cajeros disponibles para poder utilizarlo. Existe, entonces, una contradicción clara entre lo que nos dicen los gobiernos y lo que los bancos están haciendo; y no olvide que los gobiernos le deben dinero a los bancos, y a menudo actúan según los intereses de estos últimos.
Por último, algunos dicen que el bitcoin está obsoleto. Es totalmente cierto, pero eso no significa que no se utilice ni se vaya a utilizar en un futuro, y por lo tanto que no vaya a subir su precio en el futuro.
El bitcoin es la moneda en la que cotizan la mayoría de las criptodivisas y, por lo tanto, es el patrón de referencia y la puerta de entrada para comprar otras criptomonedas. De modo que es absurdo decir que porque salen nuevas criptodivisas eficientes se va a dejar de utilizar el bitcoin, puesto que se ha constituido ya como el patrón de criptodivisas que es necesario comprar para poder acceder a otras, haciendo que su demanda se perpetúe.