Esta mañana, el peso se aprecia por séptima sesión gracias a la debilidad del dólar, pues la FED tomó un tono más dovish de lo esperado. Además, en las primeras operaciones cayó rápidamente, después de que el reporte preliminar del PIB de EE.UU. mostró un desempeño decepcionante de la economía en el 2T-21. Hace unos momentos, nuestra moneda ganaba 0.4% cotizando en torno a $19.82.
Durante el 2T-21, el PIB estadounidense tuvo un crecimiento del 6.5% a tasa trimestral anualizada (t/t a) gracias a la expansión del gasto de consumo personal (11.8% t/t a), la inversión fija no residencial (8.0% t/t a), las exportaciones (6.0% t/t a) y el gasto de gobiernos locales (0.8% t/t a). Esto compensó la caída de la inversión en inventarios, la inversión fija residencial y el gasto del gobierno federal.
A pesar de que la economía estadounidense continúa con la recuperación y reapertura de más sectores, su crecimiento se ubicó muy por debajo de las expectativas del consenso de analistas de una expansión del 8.5%. Además, se estima que la evolución de la tercera ola de infecciones en el país; las interrupciones en las cadenas de suministro a lo largo de los sectores; los retos para la contratación y el enfriamiento del mercado inmobiliario sigan influyendo en el crecimiento el resto el año.
En contraste, a pesar de que los apoyos fiscales continúan disminuyendo, se espera que el consumo personal siga aumentado, lo que apoyará a que la economía en EE.UU. pueda alcanzar las proyecciones de la FED de un crecimiento del 7.0% en 2021.
Sin embargo, el dato del 2T-21 también confirma la perspectiva de la FED de que aún falta mucho camino por recorrer para que EE.UU. pueda recuperarse del impacto de la pandemia. Por lo que el instituto confirmó mantener su apoyo monetario y la tasa de interés en niveles históricamente bajos por más tiempo de lo esperaban los inversionistas.