Esta mañana, el peso le cedía terreno al dólar, pues la cautela de los inversionistas por la decisión de política monetaria de la Reserva Federal disminuyó el apetito por riesgo. Sin embargo, tras la publicación de una sorpresiva caída en las ventas minoristas de EE.UU. en mayo, el peso frenó el impulsó alcista que lo llevó a perforar el psicológico de $20.00 unidades. Ahora, desde el punto de vista técnico, el índice estocástico nos da señales de agotamiento de la apreciación del dólar, pues esta referencia salió de la zona de sobrecompra y podría confirmar un cruce por debajo de la línea de señal. Hace unos momentos, el peso perdía 0.6% cotizando en $20.07.
Durante mayo, las ventas minoristas en EE.UU. sorprendieron al mercado con una contracción del 1.3% m/m, superando las expectativas de los analistas de una reducción de solo 0.8% m/m y revirtiendo el crecimiento revisado al alza de 0.9% m/m de abril. En general, observamos que, con el avance de la vacunación y la reanudación de más actividades económicas y sociales, los consumidores han sustituido el gasto en bienes por un mayor consumo de servicios. Sin embargo, es importante subrayar que la recuperación de los sectores comerciales continúa, pues las ventas totales aumentaron 28.15% a/a, pero también vieron una importante reducción desde abril (+53.4% a/a). Por línea de negocio, las ventas de materiales de construcción y jardinería destacaron con la mayor caída (-5.9% m/m); y, también resalta la contracción del sector automotriz (-3.7% m/m), ya que los precios de vehículos y camiones fueron una de las principales presiones al alza de la inflación. Con ello, las ventas subyacentes de mayo también se contrajeron, pero en 0.7% m/m. La desaceleración del sector comercial es una señal de que la economía en EE.UU. podría no estar sobrecalentándose, es decir crecer más allá de su capacidad, lo que también indica que la aceleración de la inflación, tras un rebote de la demanda al cierre del 1T-21, podría ser temporal.
