(Por Tomás Casanegra)
Si usted es de los que disfruta y aprende leyendo las estupendas cartas que Warren Buffett escribe anualmente a los accionistas de Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa), habrá notado que éstas parten con una tabla que compara el retorno anual desde 1965 a la fecha de la acción de Berkshire con el del S&P 500. Mientras la acción de Berkshire ha rentado un 20,8% promedio anual (con años que se ha más que duplicado y otros en que ha caído a la mitad), el S&P 500 lo ha hecho un 9,7% promedio durante el mismo período. Por 50 años estos retornos hacen la diferencia entre crear un millonario (alguien que va a multiplicar su inversión inicial unas 100 veces con el S&P), y crear un billonario (alguien que lo hará unas 15.000 veces con Berkshire).
Si bien lo de arriba es en dos palabras “im-presionante”, no es por lo que quiero llamar su atención en esta oportunidad, sino más bien por una tercera columna que aparece en la misma tabla junto a las dos anteriores, que es la variación anual del valor libro por acción de Berkshire. Si creemos que en el largo plazo la contabilidad es capaz de reflejar la realidad económica de un negocio y el mercado es capaz de leer eso, no es de extrañar que el extraordinario desempeño de 20,8% anual que ha tenido la acción vaya acompañado de un crecimiento también extraordinario de 19,2% anual en el valor libro por acción de la empresa. El que la acción haya tenido una rentabilidad anual levemente mayor que el valor libro por acción tampoco debiera ser un misterio considerando que Mr Market tuvo 50 años para irse dando cuenta que el caballero sabe lo que hace, por lo que pagar hoy 1,35 veces el valor libro de la empresa es un premio que un retorno como este tiene más que merecido.
Qué pasaría si el 20% de crecimiento en el precio de la acción de Berkshire hubiese ido acompañado de un 10% de crecimiento anual en su patrimonio; bueno, los accionistas de Berkshire estarían en una situación semejante a la de los dibujos animados que siguen corriendo en el aire sin percatarse que abajo hay un precipicio (hasta que miran para abajo).
Mis amigos de PULSO gentilmente me facilitaron las cifras de las acciones locales al 30 de noviembre de 2011 (una de las primeras ediciones de este diario). En esa época, habían muchas empresas transando a veces su valor libro, a modo de ejemplo entre los casos extremos: SQM-B estaba a 7,6 veces su valor libro y Lan a 5,8 veces. En el diario que usted tiene en sus manos podrá constatar que SQM-B está hoy a 2,2 veces y Lan a 1,2. ¿Qué paso? Nada que no pase siempre, es simplemente más probable que el gap que existe entre el valor en bolsa y el valor libro se acorte por el lado de la bolsa que por el lado del libro. La próxima vez que quiera pagar muchas veces valor libro esté consciente del riesgo que está asumiendo, su empresa tiene que darle cancha, tiro y lado a la del señor Buffett.