El ratio Price-to-Earnings (PE), o Precio-a-Ganancias, es el múltiplo de valuación más usado en valuación relativa, dado que está ampliamente disponible (se obtiene a partir de tres cifras de público conocimiento) y es simple de calcular para la mayoría de las acciones.
Técnicamente es la relación existente entre el precio de mercado de una empresa y sus ganancias por acción: al precio de la acción se lo divide por las ganancias divididas por el número de acciones emitidas por la compañía (mejor aún si se toman las acciones diluidas por posibles conversiones futuras de instrumentos híbridos). Una manera más sencilla de verlo es tomar su capitalización bursátil y dividirla por sus ganancias anuales, todo en dólares (o en cualquier moneda homogénea).
A modo de ejemplo, cuando una compañía genera ganancias anuales por acción de 2 dólares y la acción vale 30 dólares, la relación precio/ganancia es de 15x, y deberán transcurrir 15 años para recuperar la inversión inicial a los precios y ganancias actuales si todas las ganancias fueran distribuidas. Es una medida de recupero de la inversión tal como existe el payback ratio en el análisis de proyectos de inversión reales.
El PE debe ir de la mano de la rentabilidad relativa de la empresa, es decir su ROE, ya que los proyectos con alto ROE dan a la firma buenas oportunidades de crecimiento.
El ratio Precio-a-Ganancias refleja el valor que el mercado le confiere a determinada acción, siempre en términos relativos a sus ganancias. Muchas veces es usado como una manera para saber qué tan atractiva se encuentra una acción a la hora de comprarla, es decir si está sobrevaluada o subvaluada en relación a lo que debería valer. Pero para eso debería saberse cual es el ratio de “equilibrio”, algo no tan sencillo de definir porque difiere por sector, por país y por el ciclo de la economía y de los mercados. A veces los promedios son malos. Y en muchos casos y sobre todo a corto plazo vale la pena seguir pagando valuaciones elevadas y por encima del promedio histórico, y viceversa, porque el futuro es lo que importa realmente si pensamos que toda la información conocida y a esta incorporada en el precio de la acción, y eso es lo que va a modificar los precios realmente a largo plazo.
El denominador puede reflejar las ganancias obtenidas durante los últimos 12 meses (últimos 4 balances trimestrales conocidos), lo que en inglés se denomina PE trailing, o bien las ganancias estimadas para los próximos 12 meses, el llamado leading PE, o PE forward 12 meses. Es más útil estimar lo que va a ganar desde el punto de vista bursátil, pero se recae en la estimación propia o de analistas, en lugar de tomar cifras ciertas del balance de los últimos 12 meses.
El price to earnings varía diariamente con las variaciones de precio que experimenta la acción, pero también puede verse muy alterado cuando se modifica la cantidad de acciones que posee una compañía: a mayor cantidad de acciones, más cara deberíamos ver a la compañía o al menos deberá compensar con más ganancias a futuro la inversión realizada a través de los nuevos accionistas.
¿Es buen predictor de los precios futuros el múltiplo precio-a-ganancias? Definitivamente sí en base a la evolución histórica de precios comparada con la valuación de mercado, tomando como índice de mercado accionario al S&P 500. Pero hay que aclarar que solamente se da si contamos con el largo plazo a nuestro favor, ya que a corto plazo puede no darse.
La frecuencia o cantidad de múltiplos Price-to-Earnings es capturada por las barras verticales del gráfico más abajo, siendo 15x el valor más recurrente de la muestra para el S&P 500, que es lo suficientemente larga para poder sacar algunas conclusiones (arranca en el año 1988 y llega al año 2014 inclusive, con sus retornos en los 12 meses posteriores).
En términos generales, podemos decir que el mercado ha estado barato cuando en ha tenido un PE por debajo de 15x, y caro cuando cruzó ese ratio por encima de 15x, aunque no quita que la inversión en acciones no pueda ser rentable.
VALUACION PRICE TO EARNINGS DEL S&P500 & POSTERIOR EVOLUCIÓN DEL ÍNDICE
Fuente: Business Insider
También se puede observar en le gráfico la distribución de los retornos 12 meses hacia delante, es decir cuánto subieron en términos porcentuales las acciones: ganancias por encima del 10% a posteriori son explicadas por ratios bajos en su punto inicial (con un rango de 0% a 31% de rendimiento).
En torno a un PE de17x, la valuación del S&P 500 es elevada, pero a partir de 1988 los retornos de 12 meses muestran retornos positivos. El promedio histórico de ese ratio es de un 13% anual de rendimiento. Es decir que aún con un ratio PE del promedio para arriba se pueden obtener retornos positivos 12 meses después.
Más allá de 20x, el rendimiento es negativo salvo en algunos años posteriores a registrarse ese ratio. Es decir que el ratio sí es importante cuando es muy elevado: si se invierte con un múltiplo por arriba de 20x, lo más probable es que se termine con pérdidas en los 12 meses posteriores.
En síntesis, en base a toda la información histórica acumulada y aunque, el Price-to-Earnings forward es un predictor relativamente sencillo y confiable de la evolución de los precios de mercado a mediano plazo. Pero es necesario aclarar igualmente que es imperfecto, ya que existen las burbujas irracionales y las caídas de precios por ciclos largos que ocurren con mucha frecuencia y distorsionan el análisis. Además, por más que exista un promedio histórico de valuación al cual referirse, los precios de mercado terminarán de moverse en base a los fundamentales de una compañía y su entorno, entender cuál es el negocio principal, las proyecciones futuras macro/sectoriales y microeconómicas de la empresa, la tasa de descuento apropiada, y el riesgo respecto a la competencia y del mercado donde opera.